El combate más reñido y digno de un reality de los grandiosos a los que Telecinco nos tenía acostumbrados cuando aún conservaba en nómina a Mercedes Milá y contaba con famosos conocidos a través de las fronteras (me refiero a las del tabique de sus casas a la hora de comer) se ha saldado esta noche en 'Secret Story: la casa de los secretos' entre Lucía Pariente y Adara Molinero tras la salvación de Isabel Rábago (la expulsada moral a mi parecer) el pasado martes en el 'Cuenta Atrás' presentado por Carlos Sobera.
A pesar de no haberse disputado los porcentajes más reñidos de la edición, la expulsión de una de las dos liantas de la casa sí que hubiera supuesto (en cualquiera de los casos) una gran pérdida para el formato. Vamos, que esta vez el camión de mudanza de Ikea que recogió a Bigote Arrocet, a Chimo Bayo y a alguno más no ha tenido que hacer servicio nocturno para sacar a Adara Molinero de la casa.
"Mi primer pensamiento es que todo lo malo tiene algo bueno. Todo lo bueno empieza por A y por L, acaba por A y por S: los míos. Los he echado mucho de menos", ha dicho la generalísima Pariente refiriéndose a su hija Alba y a su nieto Lucas tras convertirse en la sexta expulsada de 'Secret Story' con un 58,2% de los votos frente al 41,8% que ha cosechado Adara, que ha salido airosa de su primer duelo en su reality número ocho mil seiscientos cuarenta y tres.
Lucía ha bromeado con la idea de que su hija Alba no haya aguantado el chaparrón por su concurso (que tan desencaminada no iba) con JorgeJa, consiguiendo que la Carrillo le dé un mensaje de ánimo desde plató cuando lo va a pisar en un ratito. Vamos, lo que viene siendo como hacer una videollamada desde el WC con tu madre en el salón.
"¡Pero cómo no voy a estar defendiéndote si eres lo más bonito que tengo, por favor! Mejor que no hayas escuchado ningún consejo. Lo importante es que has disfrutado y te has llevado gente muy grande y, sobre todo, que hay una persona que va a disfrutar mucho porque hoy, cuando lo dejaba en el cole, me decía 'ojalá salga hoy mi abuela'!", trataba de animar Alba a su madre deseandito ir acabando para poder por fin escupir en el plató que más le ha hechos sufrir en los últimos meses para no volver.