Ha vuelto a erupcionar el volcán de salseo de 'La Isla de las Tentaciones' durante esta noche de miércoles (15 de abril) en Telecinco. La jet set del marraneo ha vuelto para ofrecernos garrafón del bueno en cuanto a tramas tróspidas se refiere con el estreno de 'La Última Tentación', que viene a ser como el típico 'la última y nos vamos' pero, en vez de con copas, con las cagadas televisivas que personajes como Lester, Andrea, Mayka o Fani están dispuestos a cometer.
Lo primero que ha hecho la profe Sandra Barneda ha sido separar en dos pandis diferenciadas a los integrantes de las cinco parejas que han puesto en peligro su relación desde el minuto uno que han bajado del catamarán. Por un lado los de Villa Playa, el equipo de los guarretes, que está compuesto por Fani Carbajo, Isaac Torres, Lester, Andrea y Mayka.
Por las esquinas (que es donde lloran), se halla el grupo que se va a centrar en exponer un trabajo sobre la composición de las lágrimas que van a derramar cada uno de ellos al ver el concurso de sus parejas a través de esa tablet que carga el diablo (no hace falta otro tipo de batería). Me refiero al grupo de Villa Montaña compuesto por los dos desconocidos (Roberto y Álex), Lucía la sufridora (que ya ha estado a punto de abandonar al separarse de Lobo), Patri Pérez Iglesias (la casi embarazada pero no) y el pobre Christofer.
Marta Peñate y Lester se reencuentran en la hoguera
El grupo de los peligrosos ha sido el primero de reunirse en torno a la hoguera para bichear un poquito. Menos mal, porque el otro grupo (el de los buenos) vería en la fogata una oportunidad para hacer nubes de chuche y contar historias de miedo. Tras el tenso careo entre Julián y Fani y el exhibicionismo de la tensión sexual entre Óscar y Andrea, le ha llegado el turno al niño de verdad, Lester.
Marta Peñate ha venido dispuesta a bailar un charlestón con su exnovio, ese con el que protagonizó una grotesca 'Crónica de Once Años para Nada' durante la segunda edición de 'LIDLT'. La exgran hermana ha irrumpido en la Palapa del salseo sentándose en los banquitos que ocupan los protagonistas del reality dando a entender que ahí debería estar ella con su actual pareja, Tony Spina.
"¿Por qué crees que estás aquí, Marta?", le ha preguntado una Sandra Barneda cuya modulación vocal está empezando a mutar en Gloria Serra (¿Soy el único que se ha dado cuenta?). "Estoy aquí por Lester. Bueno, en realidad, es al revés. Es él el que está aquí por mí, porque sin mí no se come nada, sin mí ni huele la humedad de República Dominicana", ha soltado la Peñate reclamándole a su ex la parte de su sueldo que le corresponde.
El canario ha intentado hacerse hueco entre las palabras de Marta, que van a velocidad de rap de Shakira: "Ese es el problema entre ella y yo, que tengo que estar dándole las gracias por caminar, ¿sabes?", ha contestado Lester con su carilla de Pánico y Pena (que no, no son sentimientos, sino los dos diablillos de 'Hércules' a los que se parece).
Lo que siente Marta por Lester y viceversa
Giepetto, creadora de Pinocho y Pinocha, ha reconocido que se alegra de ser la cuenta pendiente de Lester ya que este último año ha sido un "non stop" de peleas verduleras en televisión y por redes sociales con ambos como protagonistas: "No ha sido por mi parte, sino más por la suya. No para de opinar de mi relación con mi pareja, yo no opino de él y Patricia y podría opinar mucho, pero no lo hago", ha contestado Marta eludiendo responsabilidades en el bochorno que suelen generar cada vez que salen en un espacio público.
Lester ha invocado a la gran Aramís Fuster o al mismísimo Jesucristo para que su relación con Marta acabe siendo medio buena: "Necesitamos un milagro. Yo lo he intentado, pero con ella es imposible. Lo conseguimos por momentos pero parece que se nos olvida", decía antes de que la hater confesa de los Chihuahuas lo interrumpiera para recordarle que, según ella, es a él a quien se le olvidan "las neuronas en el recreo" y quien la suele cagar cada vez que firman la paz.
Pinocho ha conseguido decir sin que le crezca la nariz (porque se la limó, básicamente) que "a Marta no la voy a olvidar nunca" por los once años que les unieron. Es más, Hanníbal Lester ha reconocido que, en el fondo, siente cariño hacia su ex: "Es como si fuera un familiar que perdí", ha añadido tratando de decir algo bonito por muy fúnebre que le haya quedado la afirmación.
Marta, en un ejercicio de sinceridad (que le supone cero esfuerzos, como a Rafa Mora hacer el ridículo), ha admitido que siente "un poco de coraje" por Lester: "Me gustaría tener ese sentimiento que tiene él, pero claro, para él es fácil porque yo no le hago nada", ha pronunciado la exconcursante de 'la Casa Fuerte'. Os aviso de que esto es lo más parecido a la autocrítica que vamos a escuchar en boca de Marta.
Lo peor está aún por llegar (a la casa)
Tanto Lester como Marta se han alejado por el camino de las antorchas demostrando tener unos andares muy parecidos, como si estuvieran escocidos de estar diarreicos de furia el uno con la otra y viceversa. La canaria se ha quedado en shock al conocer que tendrá que compartir habitación con su expareja en Villa Playa y el niño de madera ha tenido la gracia de decir que "somos capaces de arreglar esta relación que tenemos llena de rencores y de odio". Buen chiste, chaval.
El momento más humillante, sin duda, se ha dado al cambiar de público y pasar a hacer este microteatro de Pimpinela frente a Fani, Julián, Óscar y Andrea, presentes en la casa. Tras todo un trayecto discutiendo poniéndole la cabeza como un bombo al pobre conductor del Uber (se han peleado por ver quién de los dos es más "chicle"), Lester y Marta han comenzado a chihuahuear haciendo un tour por Villa Playa rememorando todos los momentos que la televisiva protagonizó con Dani García Primo, su tentador de cabecera.
Marta, que se había comprometido a ser más equilibrada, ha irrumpido en la casa preguntando cuál era su habitación. Lester ha salido corriendo de la cocina para seguir peleando con su ex: "Tu habitación es el jacuzzi, donde te metías con Dani allí, en la habitación de al fondo a la izquierda, que de repente te resbalaste por las sábanas para abajo (refiriéndose a que Peñate se bajó al karaoke de su tentador)".
La periodista, muy orgullosa, le ha puesto un puntito en la boca: "En esa habitación me lo pasé fenomenal porque me deshice de ti para siempre. Lo que pasó ahí no fueron cuernos, sino karma. Solo hice lo que tú ya me hiciste antes, solo que delante de toda España", ha zanjado antes de que Sandra Barneda pasara a otra cosa mariposa con Mayka y Lobo, aun por afrontar sus cuentas pendientes en la hoguera.