Enrique Ponce y Ana Soria continúan su historia de amor sin fisuras. Se especuló con una posible crisis en la pareja durante meses, pero el propio torero se encargo de desmentir aquel bulo. Su amor por la eterna estudiante de derecho es infinito, irrompible y tan pasional como ningún otro. Viven tan enamorados como el primer día, y no hay mejor prueba de ello que las últimas imágenes publicadas por Soria.
El idilio entre Anita y Ponce sigue su curso. Muchos creyeron que aquello no era más que un rollete veraniego, un capricho del torero cincuentón, pero no fue así. Su amor es verdadero y duradero. Su historia es tan real como la vida misma, y aunque los primeros meses fueron difíciles por la presión mediática, la pareja vive ahora su mejor momento.
Están apartados de la vida pública, no acuden a fiestas ni eventos de ningún tipo y dedican su tiempo a disfrutar el uno del otro. Viven en Almería y allí son felices junto a su familia y amigos. En fin de semana, lo dedican lo que más les gusta: el toreo. Ponce es el profesor particular de Ana, que parece interesada en aprenderlo todo sobre el mundo del toro.
El domingo, la joven hacía públicas dos tiernas imágenes junto a su churri. En ellas aparencen los dos, abrazados, toreando una vaquilla. Ella es la alumna aventajada de Enrique, y él, gozoso de enseñar su arte a la mujer que ama, le indica cómo realizar los movimientos acertados. ¡Qué bonita estampa, por Dió!
Fotos: Ana Soria - Instagram