Han pasado tres años desde que descubrimos el romance entre el torero y la jovencísima estudiante. Aquello fue un auténtico shock nacional. Nadie podía creer que Ponce, aquel reputado torero, había mandado a freír churros a Paloma Cuevas para pasárselo en grande con una veinteañera. Pero así fue, era cierto.
Y tan cierto. Poco después de escucharse el rumor, salieron a la luz las primeras fotografías de los nuevos tortolitos. Una rubia llamada Ana, guapa y con tipazo, abrazaba a Ponce mientras surcaban la costa almeriense en un pequeño barco. Aquellas imágenes cayeron como un jarro de agua fría sobre Paloma, pero no tuvo más opción que asimilarlo.
Con el paso de los meses, España asumió que Enrique y Anita estaban enamorados. No se trataba de un rollete pasajero ni de una aventura veraniega. Eran una pareja formal, siempre discretos ante la prensa y dispuestos a formar su propia familia. No tardaron en mudarse a un ático en la mejor zona de Almería, se compraron un perrito y ahora disfrutan sin complejos de su amor.
Tanto es así que, sorprendentemente, la pareja ha decidido sentarse en el plató de Pablo Motos para contar su historia. Tal y como publica Libertad Digital, ocurrirá el 23 de mayo y, sin duda alguna, será una de las entrevistas más vistas. Soria y el torero jamás han hablado de su relación, pero después de tres años de silencio, han decidido abrir sus corazones.
Ahora bien, está claro que aquello marcará un antes y un después. A partir de entonces, Ana Soria será el principal reclamo de los paparazzis. Recibirá ofertas para patrocinar marcas, querrán ficharla para alguna campaña y, con toda probabilidad, le regalaran comilonas en restaurantes a cambio de algún 'storie'. En resumen, la joven podría convertirse en 'influencer' de un momento a otro.
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