Mientras Íñigo y Tamara se dan piquitos de amor iluminados por la fe cristina que parece haberles reunido, Hugo Arévalo podría estar llorando a lágrima viva en cualquier rincón del planeta. Su amistad con Onieva se fue a tomar viento cuando intentó ligarse a Tamara, y ahora, con la hija de la Preysler en los brazos de Íñigo, el pobre Arévalo ha decidido poner tierra de por medio.
Si hay un claro perjudicado en esta historia es él, Hugo Arévalo. El chaval había logrado encandilar a la marquesa en cuestión de semanas, y justo cuando creía tenerla en el bote, un milagro navideño hizo que el corazón de Tamara volviese a latir al ritmo de 'Lula', la discoteca madrileña de Íñigo y sus socios.
Parece inexplicable, pero es cierto. La Falcó ha vuelto a caer rendida ante los encantos de un tipo que la traicionó delante de toda España. Él dice haber cambiado. Ahora pasa más horas en misa que tomando gin tonics, y eso a Tamara le pirra.
La pregunta es, ¿dónde está Hugo Arévalo? ¿Habrá hundido su cabeza bajo tierra para persuadirse de la realidad? ¿Mantuvo una conversación con Tamara antes de que esta se enrollara de nuevo con Íñigo? Por el momento, lo único que se sabe es que el muchacho ha abandonado su domicilio de la capital.
Tal y como publica Informalia, Hugo cerró su perfil en redes sociales y abandonó Madrid en busca de un poco de tranquilidad. Si atendemos a los hechos, el tipo debe estar flipando en colores. Estaba ilusionado, creía tener a Tamara enamorada, y entonces llega Onieva arrampla con todo.