Que alguien me pellizque para saber que no es un sueño. ¿Esto es real? ¿está pasando? Sí señor, Diego Matamoros acaba de someterse al cambio de look más brutal de todos los tiempos. Sin previo aviso, el hijo de don Kinkón se ha plantado en la peluquería y ha dicho "hazme lo que quieras" (que mal suena eso), y así ha sido.
Hay quien pensará que acaba de destrozarse la cabeza, otros creerán que Dieguiño se ha quedado tocado tras la ruptura con la doctora Pinchazos, pero la conclusión real solo es una: Matamoros se ha convertido en un híbrido entre Bad Bunny y el malo malísimo de Harry Potter, Voldemort.
También cabe la posibilidad de que el muchacho quiera hacer sus primeros pinitos en el mundillo del reguetón y este es su primer paso, un cambio de look radical. Atrás quedó el matamoros tradicional de flequillito y barbita de tres días, ha llegado el Maluma en versión telecinquera, con pelo blanco, gafas de invidente y un rollito que ni el mismísimo Aron Piper.
Que tiemble el panorama musical que Dieguiño Matamoros ha llegado para quedarse. Ojito, que el nuevo estilo del hermano de Laurita impone que no veas. Vamos, un poco más y puede hacer de preso problemático en cualquier serie carcelaria de Netflix. En cualquier caso, Diego, nos encanta tu decisión de mandarlo todo a freír espárragos y ser feliz con tu nuevo pelo color ceniza.