'El Programa de Ana Rosa', donde o no está Ana Rosa, o lo presenta una mujer parecida a Esperanza Gracia que dice ser ella, ha destapado el guiso ilegal que se cuece en la olla exprés que supone el 'Caso Mainat'. Ha vuelto a ser noticia el domicilio de Josep Maria que, a su lado, 'El camarote de los Hermanos Marx' parecía un espacio que respeta las restricciones de aforo por el COVID. Y es sea lo que sea lo que se mueve en esa casa, cada día va a más.
Angela, además de no hacer caso a la orden judicial y continuar en el domicilio, anunciaba su casa en una web como lugar de alquiler por habitaciones para ejercer la actividad de la prostitución. Se ha confirmado esta información que ya dio en su día la tártara Alina (Alinka pa' los colegas de WhatsApp) gracias a la investigación del equipo del programa de las mañanas.
El domicilio se identifica a la perfección en las imágenes proporcionadas por el programa que son capturas de pantallas del portal de internet donde se alquilaba como un 'Airbnb' del vicio. Es innegable que se trata de su casa, y es que la tenemos más visto que los pisos de los anuncios de Idealista.com.
La casa del caso Mainat la reconoceríamos hasta hartos de sangría, aunque para sangría la que quería (presuntamente) hacer Dobrowolski con el cuerpo de su marido. "Tengo habitaciones en una casa muy moderna (...) sweets jacuzzi, wifi, salín compartido, discreción...", anunciaban en la web.
Además, la investigación ha hallado en el portal como número de contacto uno que corresponde con el de la mujer de Mainat. Tarea muy ardua, teniendo en cuenta que la presunta aspirante a parricida, a la que le que ha quedado la asignatura de 'homicidio realizado con éxito para septiembre, tiene seis tarjetas de prepago, una para cada día de la semana (los lunes es el día flojo de la prostitución).
Los analistas del séquito de Quintana han determinado que es muy bizarro el hecho de que cuente con tantos móviles, me refiero a los dispositivos, no a los motivos que podrían llevarla a asesinar a su marido. Ese es solo uno: el dinero. De hecho, han apuntado a que la abundancia de tarjetas SIMS es un rasgo bastante característico de las personas que desarrollan actividades ilegales.
