Otro movida pa' la colección, señores. 'El Debate de las Tentaciones' es un nido de conflictos, mucho griterío y golpes bajos. Cristian Jerez y Melodie Peñalver se amaron con locura durante un tiempo, pero desde que 'La Isla de las Tentaciones' acabase con su relación no pueden mirarse a la cara. Se detestan, no quieren saber nada el uno del otro. Sin embargo, hay un perrete en común que les obliga a mantener el contacto.
Antes de comenzar su andadura en "La última tentación" más guarrindongo de la historia, Cristian y Melodie eran dos jovenzuelos que lo compartían todo. Compraron un pisito juntos, hacían planes de pareja e incluso decidieron ampliar la familia con un Pomerania como el de Violeta Magriñán, a modo de postureo máximo. Al principio todo eran risas con el animal, hasta que sus papis tomaron caminos separados y el bicho se quedó con mami.
Cristian vendió su parte del piso a su ex churri y allí se quedó el chucho, inmóvil. De este modo, cada vez que Cristian pasa por Elche le pide a Melodie poder ver a su pequeño, y la muchacha está harta de aquello. "Yo ya tengo mi límite. No voy a tener contacto contigo. La dueña del perro soy yo. No te has hecho cardo de él durante siete años" aseguraba Melodie a grito pelao'.
Mientras tanto, Cristian recalcaba que aquella bola de pelo es "como su hijo" y tiene todo el derecho del mundo a visitarlo. Pero su ex churri no está de acuerdo: "Sabes perfectamente que el perro es mío y que lo he cuidado yo siempre".
Jerez continuaba negando las palabras de Melodie, aunque la 'influencer' dejó clarinete ante toda España que el muchacho jamás volvería a ver a su mascota. ¡Já! Cristian, cómprate un Yorkshire y quítate el mono de tener perrillo, anda.