Los detalles sobre el bodorrio del año comienzan aflorar. Una vez vendida la exclusiva, invitados y demás personas se atreven a hablar sin miedo. Ahora salen a la luz las verdades. Ahora sabemos cómo fue realmenete el bodorrio y dónde se cometieron fallos. De una vez por todas, los españoles conocemos la realidad del enlace entre Onieva y Tamara.
A través de la revista del saludo, los tortolitos nos han vendido la boda idílica. Aparecen sonrientes, con amigos, rodeados de familiares y brindando con champán del caro. Hola solo vende felicidad y glamour, pero quienes estuvieron en El Rincón han sacado los trapos sucios. Al parecer, la cena que ofreció Eneko Atxa fue una gran decepción para muchos.
Tal y como publica Informalia, hay quien habla de "comida cruda" y describen el convite como "una decepción". "El aparitivo sí estuvo bien, pero la cena un desastre", asegura alguien que lo probó todo. Además, no fue la comida lo único desagradable de la jornada. Al parecer, la estricta seguridad del lugar hizo pasar un mal rato a más de una.
Tamara e Íñigo contrataron a una de las más prestigiosas empresas de seguridad. Les costó un pastizal, pero eso no era un problema. Sabían que el dinero regresaría a sus cuentas multiplicado por tres cuando su revista amiga publicase el reportaje. Precisamente por eso, pusieron todo su empeño en que ningún detalle pudiera ver la luz. Y claro, tanto control no gustó.
Al parecer, los seguratas llegaron a registrar los bolsos de las señoras y utilizaron detectores para localizar posibles móviles escondidos en la ropa interior. Además, había inhibidores de frecuencia que impedían la grabación de imágenes desde el aire a través de drones. Es decir, ni siquiera podía sobrevolarse la finca para captar una foto.
Fotos: Instagram / Hola