La relación entre Carmen Borrego y Paola Olmedo va de mal en peor. Desde que las Campos vendiesen su última exclusiva en conjunto, el mal rollete entre la colaboradora de 'Sálvame' y su nuera es más que evidente. La Borrego es una mandurrutona en toda regla, y la esposa de José María, harta de tanto control, ha estallado.
Antes de pasar por el altar, Paola parecía llevarse bien con su suegra. No iban juntas de compras ni compartían confidencias, pero la relación era cordial. Cuando Carmen decidió vender el bodorrio de su hijo a la revista Lecturas, comenzaron los problemas. María Teresa se pilló un cabreo de la leche, pero no fue la única. Olmedo también se rebotó, y tuvo motivos para hacerlo.
Días antes de casarse, Paola pasó por una clínica estética para arreglarse la cara. Se pinchó bótox en el entrecejo y rellenó sus arrugas con ácido hialurónico para lucir divina. Lo mimo hicieron Carmen y su marido, pero nadie avisó a la futura novia de que esas imágenes serían publicadas. El centro de retoquitos al que acudieron colgó un vídeo en Instagram a modo de promoción, y Paola sintió haber sido traicionada por su propia suegra.
Carmen colabora habitualmente con dicha clínica para no pagar un duro por sus pinchazos, pero olvidó decirle a Paola que aparecería en redes sociales tumbada en la camilla. Olmedo se pilló un rebote la leche y llamó a su suegra para echarle la bronca. La Borrego, agobiada, levantó el teléfono y ordenó que aquel vídeo fuese eliminado, pero ya era tarde. Las imágenes corrieron como la espuma a través de los medios y la cara de Paola con el ceño fruncido dio la vuelta al mundo.
Ese fue el primero de sus encontronazos, pero tal y como desvela Informalia, hubo otro. Al parecer, Carmen convenció a su nuera para que se vistiese en su casa el día de la boda. Aquello facilitaría las cosas a los fotógrafos de 'Lecturas', y aunque Paola prefería hacerlo en su propio domicilio, aceptó a enfundarse el vestido en casa de la Campos.