Carlota Corredera ha reconocido lo que era un secreto a voces: está en la calle por culpa del docudramón de la Carrasco. O mejor dicho, fue despedida por su defensa a Rociíto. Es duro, pero es real. La Corredera se volcó con la hija de 'la más grande' y llegó a enfrentarse con varios colaboradores de 'Sálvame'. Parte del público la tachó de dictadora y la audiencia cayó en picado. A raíz de aquello, la periodista fue despedida de Mediaset.
Aunque posiblemente le costó asumirlo, Carlota reconoce que su papel televisivo durante el documental de la Carrasco ha sido el mayor palo en su carrera profesional. Se encontraba en lo más alto, era una de las presentadoras más reconocidas a nivel nacional y Vasile parecía contento con ella. Sin embargo, una mala gestión de sus formas al defender a Rociíto la dejaron sin curro.
"Las cosas más terroríficas de mi vida me han pasado a raíz de dar la cara en la docuserie", reconocía en 'Estirando el chicle', el podcast de Carolina Iglesias y Victoria Martín. "La historia más oscura que he vivido profesionalmente como Carlota Corredera, tanto como presentadora como periodista, ha sido a raíz de dar la cara por las mujeres, de dar la cara por Rocío y de dar la cara por las víctimas de la violencia de género", confiesa.
Eso sí, Carlotiña no se arrepiente de lo que hizo y se reafirma en todas y cada una de sus palabras: "El precio que he pagado es muy alto, pero lo volvería a hacer", asegura. Además, reconoce que ser presentadora es duro de narices. Enfrentarse a las críticas día tras día es algo para lo que nadie está preparado, y cuando eres la cara de un programa, te toca tragar con todo.
"Ser presentadora es lo más heavy que me ha pasado en mi vida. Es una locura. No tienes que tener la cabeza fría y amueblada, tienes que ser, no sé de qué pasta, para soportar que todo lo que hagas esté mal", asegura. "Desde que empecé a presentar, todo mal. Si salgo presentando, mal; si me vuelvo detrás de las cámaras, mal; si presento Cámbiame, le has robado el sitio a Marta Torné; si adelgado, mal; si engordo, mal; si escribo un libro, mal..."