Después de tomarse unas vacaciones improvisadas, Carlota Corredera ha regresado a su puesto de trabajo por la puerta grande. La presentadora se ha convertido en la envidia de Telecinco con su último retoque estético, y no es para menos.
Hay quien se pincha bótox por toda la 'face', otros directamente pasan por el cirujano en un intento de conseguir un rostro de película, y luego está Carlotiña, que pese a tener una dentadura sin problemas aparentes, ha decidido ponerse carillas dentales.
Sí, la presentadora se ha enfundado los dientes en las llamadas carillas, unas carísimas funditas para lucir una sonrisa de escándalo. ¡Jesulín, menudos piños se le han quedao!
No me quiero imaginar a los técnicos de iluminación de Telecinco, habrán tenido que apañarlo todo para soportar los fogonazos de luz que dispara Carlota cada vez que sonríe.
