Esto es de traca. En las anteriores ediciones de 'Supervivientes' creíamos haberlo visto todo: Oriana abandonó al darse cuenta que lo suyo es pintarse el morro en un plató, Kiko Rivera fue evacuado por un ataque de gota y Anabel Pantoja salió pitando desesperada por un trozo de pizza. Pero este es el colmo de los colmos: Sylvia Pantoja se pasa el día repanchingada para no mancharse el bañador.
Sí señor, la Panto-concursante se ha cubierto de gloria. Tal y como aseguró su compañera de concurso, Lara Sajen, la cantante no hizo la última prueba "por no mancharse el bañador". Ayer, Jorge Javier quiso saber en directo si esto era cierto y a Sylvia se le puso la cara como un tomate.
Desde luego, la parienta de la Pantoja se lo ha montado mejor que nadie: cobra un pastizal a la semana por pasar las horas tumbada en la playa, o mejor dicho, varada en la orilla. Sylvia pasa olímpicamente de la pesca, de recolectar cangrejos e incluso de realizar las pruebas pertinentes.
Por favor, que alguien le de un toquecito de atención a esta mujer, que no estamos en Benidorm disfrutando de las vacaciones de agosto. Señora, esto es 'Supervivientes' y hay que mover el culete. Por primera vez en la historia, es posible que estemos frente a la única concursante que no se ha quitado ni un kilo de encima.