Alicia es la camarera con la que Kiko Rivera tonteaba en su discoteca, por teléfono y a la que regaló una chaqueta para que no pasara frío la chiquilla. Efectivamente, esa que en 'Sálvame' dijo que no quería hablar y que pasaba de salir en televisión. Pero ahí está la mujer que se atravesó en la relación de Kiko e Irene Rosales como si fuera el palo de una PCR en un orificio nasal, en 'Mujeres y Hombres y Viceversa' como pretendienta de Álex.
"Él no se despegaba de mí en la discoteca, es más, yo bajé abajo y él vino detrás mía", ha comenzado diciendo Alicia en una conversación que ha tenido con una de sus compañeras dentro de la casa en la que conviven lo viceversos. Es que, ahora, los viceversos comparten laca y push-ups en un mismo hogar, como si fuera un 'Gran Hermano', pero del que te viene gratis con las pipas.
"A mí estar con Kiko me encantaba, pero porque él tiene una manera de ser, quilla, que te jartas de reír con él, ¿tú me entiendes?", ha dicho la camarera, que ha garantizado que Kiko Rivera estaba muy insistente con ella y explicando la razón por la que le seguía el rollo al hijo de la tonadillera. "Kiko me decía 'yo soy tu hombre'", ha revelado.
La joven de Utrera ha contado que Irene la llamó para decirle que no se metiera en su relación pero que, después de todo el lío, siguió trabajando en la discoteca que regentaba Kiko. "Si te digo la verdad yo creo que a mí no me despidieron por miedo a 'si la despedimos después de que ha pasado esto, vaya a ser que venda esto' ¿Me entiendes lo que te quiero decir?", ha dicho la del historial de conversaciones de Paquirrín.
Su compañera Carmen, la que ha hecho la entrevista, ha dejado caer que Alicia esconde algo y que no hay algo que no quiere contarnos. "No pasó nada. El que empezó fue él y yo, sinceramente, le contestaba porque me caía bien. Él, como persona, es una persona diez y es que... ¡Madre mía con Kiko, hija de mi vida!"
Las compañeras han delatado a Alicia y han contado que, en la intimidad, la sevillana ha dado "más datos que pueden molestar a Irene". Ante la presión de todo el plató, la camarera ha contado que Kiko la recogió en su casa para que le acompañara hasta Cádiz para grabar una canción sin que lo supiera Irene Rosales.
"Fuimos a comer, pero no los dos solos, con más gente (...) una vez que acabó de grabar nos fuimos. El me dijo '¿bueno qué, qué hacemos?' y yo no iba a tener nada con él, lo tenía muy claro", ha contado Ali la WhatssAppeadora. Alicia ha negado que en el coche (ni en la ida ni en la vuelta) pasara nada, "llegados a este punto lo contaría".
La cobra
Irene se enteró de que esta chica hizo de copiloto durante todo el trayecto y fue cuando la llamó para pedirle que se quitara de en medio (de su matrimonio). Pero atención porque la bomba más explosiva (como una camiseta talla XS en el torso de Yola Berrocal) está por llegar: ¡Kiko intentó besarla!
Según ha relatado la protagonista de esta historia digna de un capítulo de 'Paquita Salas', Kiko intentó tirarla a la piscina varias veces y la cogía de la cadera: "él estaba a ver si surgía pero no surgió". Carmen, la entrevistadora pretendienta de cabecera, ha asegurado que Alicia le contó en la intimidad que el DJ le metió boca y ella fue la que tuvo que hacerle la cobra.
"¿Nos tomamos algo"? Me preguntó cuando me iba a bajar del coche, pero le dije que yo me tenía que ir a mi casa. Luego me envió en un audio (que eso no lo tengo) diciéndome 'bueno, en un hotelito no hubiera estado mal, no se qué', algo así", ha dicho con menos precisión que el inglés de Anabel Pantoja.
"Yo creo que Irene le pescaría la conversación, porque yo creo que eso es lo que Irene ha visto, porque lo demás creo que no. Desde que me habló Irene, ahí, ya se acabó", ha concluido garantizando que la mujer de Kiko ya llevaba tiempo oliéndose su relación con el cantante desde que la bloqueó de Instagram y descubrió que el pequeño del alma le había regalado su chaqueta.
