La familia de María Pombo está de fiesta. Sí, es cierto, a través de Instagram siempre parecen estarlo, pero esta vez es real. No se trata de una colaboración pagada y tampoco es una estrategia de marketing, es un noticia verdadera que llega en forma de regalo de Reyes: Lucía Pombo y su chorbo, el 'influencer' Álvaro López Huerta, se casan.
Otro bodorrio al canto, Maricarmen. Yo no sé cómo lo hacen, pero las Pombo están siempre de boda en boda y tiro porque me toca. Menos mal que tienen pasta para el regalo, porque el resto de mortales no podríamos permitirnos semejante ritmo nupcial. En cualquier caso, la noticia es una alegría para todos: la mayor de las 'Pombashian' pasará por el altar (algo que ya hicieron sus hermanas con anterioridad, aunque a Martita le saliese rana).
Lucía es la más discreta de todas. Aunque también se gana un dinerito gracias a sus colaboraciones en Instagram, la muchacha es piloto y se pasa los días encerrada en la cabina de un avión. Sus hermanas, María y Marta, se dedican exclusivamente a forrarse haciendo campañas de publicidad a tutiplén, y la verdad es que les va de lujo.
Pero vayamos al grano, al bodorrio, al fiestón. Lucía y López Huerta se han prometido y, como buenos 'influencers', han compartido el momentazo a través de Instagram. Eso sí, sorprendentemente, la pedida de Álvaro a la mayor de las Pombo ha sido de lo más simplona. Acostumbrados a la parafernalia que montaron Marta Lozano o Teresa Andrés Gonzalvo... cualquiera diría que estos dos son de la misma calaña.
Estaban esquiando como buenos 'pijolis' cuando, al terminar la jornada, él se arrodilló ante su chica y balbuceó algo así como "¿Nos casamos?". Ella, sin derramar ni una lágrima, contestó "¿Y ahora qué hacemos?". ¡Já! Esto es romanticismo y lo demás tonterías.
De cualquier modo, nos encanta que Lucía y su chorbo se hayan decidido a pasar por el altar después de un porrón de años juntos. Y ya solo nos queda una Pombo por casar: Martita. Tras divorciarse de Luis Giménez, la muchacha disfruta de su noviazgo con otro maromo también llamado Luisito. Eso sí, mucho más guapo y al mando de una clínica dental.