Íñigo y Tamara son la pareja perfecta. Ella es monísima de la muerte, inteligente (aunque a veces no lo parezca) y está forrada hasta la médula. Él, un donjuán de los pies a la cabeza con un atractivo indiscutible. Aunque nadie apostaba por la relación en un principio, los tortolitos han demostrado amarse por encima de todas las cosas. En sus últimas vacaciones, la pareja podría haber dado el paso definitivo.
Toda España espera con ansia el bodorrio de Tamara e Íñigo, y aunque ellos se niegan a opinar sobre el tema, lo cierto es que existe una fotografía que demuestra que podrían estar comprometidos. En Semana Santa, ambos pusieron rumbo a Filipinas, país del que es originaria la Preysler. Allí han pasado unos días de ensueño, y como broche final a semejante festín de felicidad, Onieva podría haber incado rodilla.
A juzgar por la última publicación de la marquesa en Instagram, todo apunta que el bodorrio del siglo podría estar a la vuelta de la esquina. Tamara ha hecho pública una imagen en la que aparece junto a su churri, de cenita romántica, en una playa paradisiaca. ¿Hay lugar más idóneo para declararse? No, no lo hay, y si Íñigo no se ha arrodillado ante su chica, quizás deberíamos preocuparnos.
En cualquier caso, lo que está claro es que ambos están más enamorados que nunca, y así lo confirma Alejandra Onieva, la hermana del empresario: "Lo importante es que están felices, súper bien", asegura.