El "ex" pequeño del alma de la Pantoja se enfrentó ayer a la que podría ser la noche más difícil de su vida. Kiko Rivera confesó haber sido estafado por su propia madre y aseguró que la situación ya no tiene arreglo. Después, el dj se reencontró con su único apoyo en este delicado momento, su mujer.
Tras una noche intensa y plagada de emociones, Kiko Rivera llegó al hotel asignado por el programa a las 4:00 de la madrugada. Allí le esperaba su mujer, que en cuanto vio a su Kikito, no dudó en pegarle el mayor achuchón de todos los tiempos, tal y como ha relatado Chelo García Cortés, que también se alojaba allí.
Además, la periodista (y ex amiguita de la Pantoja) ha asegurado en 'Socialité' que ella también se fundió en un abrazo con Kiko y su mujer. Al parecer, los tres protagonizaron una escena de película en la recepción del hotel (eso sí, con mascarillas).
Una vez más, Irene Rosales no suelta la mano de su churri frente a la adversidad. La mujer del dj siempre ha demostrado su apoyo incondicional hacia Kiko, y está vez no iba a ser menos. ¡Qué suerte tienes, Kikín!