Durante años, la intérprete del 'waka-waka' estuvo obsesionada con encajar en la sociedad catalana. y más en especial en la familia de Piqué. Incluso antes de conocer al ex jugador, Shakira ya tenía cierta vinculación con su tierra. El bisabuelo de su madre, Nidia Ripoll, había salido del interior de Cataluña hacia Colombia hace un porrón de años. Es decir, la artista tiene raíces catalanas y eso aumentó su deseo de conocer el lugar.
Antes de conocer a Gerard, Shakira recorrió Ripoll junto a su anterior pareja, Antonio de la Rúa. Tal y como publica Vanitatis, la pareja se alojó en una casita rural y la cantante no dudó en mezclarse con la gente del pueblo. Sentía la necesidad de fusionarse con sus raíces, e incluso llegó a recoger paja y dio de comer a las vacas en una granja.
Shakira adoraba Cataluña, y cuando conoció al padre de sus hijos, sintió que había encontrado el sentido a su vida. La tierra de sus antepasados le brindaba la oportunidad de trasladarse a Barcelona, y la artista lo tuvo claro. Dejó a sus amigos el Colombia y se instaló en España. Construyó una casa para sus padres, otra para los de Piqué y comenzó la aventura.
Al principio todo iba viento en popa y a toda vela. Shakira se llevaba a las mil maravillas con su suegra, y en su afán por integrarse en la sociedad catalana, aprendió el idioma viendo TV3 a todas horas.
Shakira junto a sus suegros - Gtres
Ahora todo ha cambiado. La cantante no puede ni ver a la madre de Piqué, está deseando mudarse a Miami y ya no disfruta de los encantos de Cataluña. La traición de Gerard la ha marcado para siempre, y tan solo hay que escuchar su último temazo para comprobarlo.