Pelayo Díaz y Andy McDougall nos sorprendían hace varios meses con una noticia inesperada: su ruptura. A través de Instagram nos vendieron una imagen idílica, parecían dos enamorados de película, pero nada más lejos de la realidad. La relación se fue a a tomar por saco y el argentino, ni corto ni perezoso, ya está en busca de su verdadera media naranja.
Parecían la pareja perfecta. Se pasaban el día viajando de hotelazo en hotelazo, acudían juntos a cada desfile y cenaban en los mejores garitos de la capital varias veces por semana. Compartían pisito en Madrid, ampliaron la familia con un Pomerania de lo más empalagoso y, en definitiva, parecían inseparables.
Pues ya lo ven, no es oro todo lo que reluce. La relación entre Pelayo y Andy se fue al garete al más puro estilo Dulceida y Alba. De la noche a la mañana, ¡boom! Se acabó. ¿Y cómo paliar un desengaño amoroso? Pues hay dos opciones: reflexionar sobre los fallos cometidos en la relación o tirar de Tinder y comerte varios cracos con tal de olvidar el pasado.
Y McDougall lo tiene claro. Se acabó lo de llorar por un amor que no pudo ser, ahora es momento de tirarle la caña a todo quisqui. El ex de Pelayo Díaz se ha abierto un perfil en una conocida app para ligotear, tal y como publica La Razón. Dí que sí Andy, un clavo no saca otro clavo, pero 200 clavos a lo mejor.