La relación entre Anabel Pantoja y Telecinco siempre fue tóxica. Un día se amaban y al siguiente solo había odio. Hemos visto reír a la Pantojita en infinidad de ocasiones, pero no han sido pocas las veces que ha derramado lágrimas de sangre en el plató de 'Sálvame'. Aquello era un tira y afloja. Un vaivén de emociones, trifulcas y merendolas envenenadas que, finalmente, acabaron con la fuga de Anabel.
La sobrinísima no quería saber nada del programa de las frutas. Estaba decepcionada, dolida y triste. El formato con el que tan generosa fue se había convertido en un monstruo sin remordimientos. En infinitas ocasiones hablaron de Bernardo, su padre, y el cabreo de Anabel llegó al límite. Cansada de tanta habladuría, cerró el pico se esfumó del universo Telecinco.
Ahora, con 'Sálvame' en la tumba y la cadena en plena reconversión, la prima de Kiko Rivera ha decidido volver. Cada domingo estará sentada en el plató de Gran Hermano VIP a modo de colaboradora. Es decir, su función no será otra que comentar todo lo que suceda en la casa de los famosos.
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Anoche, además de dar su opinión sobre las aventuras y desventuras de los concursantes, se atrevió a probar los gusanos que Ion Aramendi llevó hasta el plató. Los mismos insectos que tuvieron que comer los más desdichados de Guadalix fueron testados por el paladar por la Pantojita. Y no, no le gustaron ni un poco.
Fotos: Telecinco