Mientras Ortega mantenía aquella charla con Ana Rosa Quintana, Aldón no sabía ni dónde meterse. Vio la entrevista desde uno de los camerinos de Mediaset y sus reacciones fueron grabadas para después emitirlas el programa de Emma García. Al escuchar a su marido hablar de su "semen con fuerza", la ex frutera agachó la cabeza y sintió la mayor vergüenza de su vida.
Las entrevista de Ortega fue un auténtico bodrio. El torero se retrató como un machista en toda regla y, para colmo, dejó a su esposa en mal lugar en varias ocaciones. "No soy persona de decir este tipo de cosas y estaba nervioso, pero lo dije sin mala fe y pido disculpas a todos los que se haya molestado", se disculpaba frente a los medios horas más tarde.
Sin embargo, aquel perdón no servirá para recomponer su matrimonio. Según Aldón, "falta coherencia entre lo que se dice en público y lo que se hace en privado", y el "bochorno" que le hizo pasar Ortega al proponerle tener un niña porque su "semen todavía tiene fuerza", fue el remate.
“Yo no necesito nada. Ya no... No culpo a la docuserie -de Rocío Carrasco-, pero veo en mi marido un cambio. Cada vez se aferra más a Rocío y a lo bonito que era todo. Ella hace 16 años que no está y la que está ahora con él soy yo. Ella fue la más, pero yo no soy la más, la menos, ni nada para él. Y llega un momento que te cansas. No está enamorado, porque no lo ha demostrado”, sentenciaba Ana María.
En cuanto a su estancia en la casa del torero, la diseñadora aclaraba que lo hace por su pequeño: "Lo que no voy a hacer es coger a mi niño y meterme en cualquier sitio, porque mi hijo vive en un ambiente muy cordial. Que nadie me obligue a tomar una decisión apresurada".