Tal y como anunciaba el programa desde hace unos días, Ana María Aldón hizo su aparición estelar en el plató de 'Sálvame' como si de una estrella de Hollywood se tratase. Con alfombra roja incluida, la todavía esposa de Ortega Cano se sentaba frente a Jorge Javier para afrontar su entrevista más complicada. Sin embargo, lejos de achantarse ante Vázquez, le paró los pies en varias ocasiones.
Ana María ya no se calla y así lo demostró ayer en el programa de las frutas. No tienie miedo ni complejos. Dice lo que piensa dónde y cómo le viene en gana. Atrás quedó aquella mujer tímida y reservada, la nueva Aldón tiene una lengua que ni la propia Esteban en sus mejores tiempos.
Jorgito empezaba fuerte, pero su entrevistada no se dejaba pisar: "Te pido que no le faltes al respeto, porque es el padre de mi hijo, por el bien de la entrevista no lo hagas. Ortega Cano no es un cobarde, él siente como siente y es su manera de ser".
Vázquez, duro con el torero, insistía: "¿Pero no te parece que su manera de ser es cada vez más fea? ¿Que es un ridículo?", y Ana María continuaba con su defensa: "No es un hombre ridículo, se equivocará como tú, como yo, todos somos seres humanos y todos hacemos cosas de las que luego nos arrepentimos. Y no voy a permitir que lo insultes".
Así de tajante se mostraba la ex frutera. No le tembló el pulso en ningún momento, e incluso llegó a sobrepasarse y Jorge tuvo que pedir respeto hacia su figura. "Vamos a llevar la entrevista de otra manera para que sea más productiva, si te parece bien", comentaba Aldón.
Con Lydia también tuvo un enganchón, y después de que la periodista criticase su actitud durante los últimos meses, Aldón respondía: "No se pueden decir más mentiras en un minuto". La Lozana no recibió más respuesta y siguió mordiéndose las uñas desde su asiento.