Por favor, si eres un directivo de Antena 3 y estás secuestrado en el edificio por una mafia de Telecinco que se está encargando de destruir vuestros formatos desde dentro, haznos una señal, pon dos veces seguidas los anuncios de compresas o haz algo por estilo para que averigüemos por fin qué carajote está pasando con la programación de la cadena naranja estas últimas semanas.
De los creadores de 'Cancelamos por la cara el ¡Ahora Caigo! para emitir en su lugar la novela número ochenta y siete de Atresmedia', la historia que emocionó a Paolo Vasile (dueño y señor de Telecinco), ayer mismo llegó a nuestras pantallas el gran estreno de 'Nos hacemos caquita y, en vez de emitir la séptima gala de Mask Singer como estaba previsto, os colamos un collage de rapideo con todos los famosos que ya han sido desenmascarados'.
Lo más grave de esta contraprogramación express, in extremis, a lo Remedios Cervantes en 'Atrapa un millón' con el azúcar y la sal, no fue que Antena 3 se hiciera pequeña contra un partido de la Eurocopa que se estaba emitiendo en Telecinco y en el que ni siquiera jugaba la Selección Española (que también), sino la ausencia de un rótulo, un spot o cualquier otro tipo de comunicado que informase al espectador de que no estaba loco, de que no se había confundido con el día de la cita, sino que 'Mask Singer' había fallado a ella.
Porque, efectivamente, la cadena canceló sin previo aviso la gala que había estado anunciando hasta las 21:00 horas de ese mismo día, con el desenmascaramiento de dos nuevos famosos y una máscara invitada (el Pingüino, debajo del que ojalá esté José Luis Moreno) para la noche del miércoles 7 de julio.
La decisión de suprimir este séptimo desfile de máscaras por la televisión fue repentina, con motivo de no hacer frente a la competencia. Hasta ahí, estamos de acuerdo. Pero es que el engaño al espectador por parte de Atresmedia llegó hasta tal punto que llegaron a eliminar todos los tweets en los que 'Mask Singer' daba información sobre la nueva gala, así a la ligera, como si se tratara de las fotos en Instagram con el/la ex, pues igual... ¡Muy feo eso de borrar cassette!
Es una pena que Antena 3 esté desaprovechando este caramelito de show que tiene en su poder. La cadena la ha cagado retrasando el inicio de su prime-time a las 23:00 horas haciendo de este programa divertido, muy random (coño, que cantó Pedrerol con una de las Spice Girls en una actuación grupal), incluso potente para jugar en familia, un soporífero motivo por el que estar cabreado de la hostia al día siguiente por el madrugón que te toca comerte sin haber dormido lo suficiente, ya que el show híbrido entre OT y Waku Waku (por la fauna que hay) suele acabar a altas horas de la madrugada, en plena jornada laboral de los tarotistas en televisión.
El desgaste del formato
Además, la audiencia empieza a dar síntomas de desgaste por la sensación de continua jugarreta por parte de Antena 3 hacia sus feligreses. Nos remontamos al inicio de esta segunda temporada cuando Arturo Valls anunció en 'El Hormiguero' que el gran estreno tenía fecha de estreno: el lunes 17 de mayo. Pero como ocurre en las citas con personas de Tinder y en las hamburguesas con pintón de la carta del McDonald's, el primer programa llegó con una irremediable decepción.
La cadena retrasó una semana la emisión de la primera gala (al 24 de mayo), que contó con el desenmascaramiento de La Toya Jackson (que más que Menina parecía una Matriutska, bajo la careta del disfraz tenía la suya propia de bótox). En su lugar, emitió un Power Point cutre de presentación de las 15 máscaras totalmente innecesario. Como la Gala 0 de Operación Triunfo, pero sin berridos ni gallos (lo más parecido que había era un Flamenco), ya que ni siquiera hubo actuaciones, sólo el análisis de los modistas sobre lo complicado que había sido confeccionar estos disfraces de carnaval.
Eso por no hablar de la cantidad de anuncios publicitarios que tenemos que comernos los espectadores cada vez que tenemos la fortuna de que 'Mask Singer' cumpla con su cita cada miércoles a eso de las 22.45 h (hora oficial, porque siempre empieza a las 23.00 h).
"Hay un poco de programa en los anuncios", sería la definición. Estamos de la ruletita de 'AliExpress' y de los móviles que se doblan de 'Samsung' hasta los mismísimos, Arturo Valls. Esta ventolera de publicidad ha llegado a un nivel de pesadez que ni las teorías de José Mota. Cerrad la puerta de esta friolera cantidad de spots porque la audiencia ya está empezando a resfriarse.
Solamente hay que ver los datos de audiencia. La primera edición acabó con una media de 3,7 millones de espectadores y un 23,8 % de cuota de pantalla, suponiendo uno de los mayores éxitos de la última década en formatos de entretenimiento.
Añadiendo la falta de novedad que suponía esta segunda edición a todos los factores que ya hemos señalado, es comprensible que el programa haya caído en picado, llegando a tener que cambiar el día de su emisión por su bajo rendimiento, el único remedio que ha puesto para salvaguardar este formato. El programa arrancó esta nueva temporada con un 16.7 % de share, muy por debajo de sus expectativas iniciales.
Ayer, nuevamente, Antena 3 maltrató al formato que podía haber sido su buque insignia, prácticamente el único programa en prime time novedoso, de cosecha propia, con el que cuenta en su parrilla ya que 'La Voz' se lo arrebató a Telecinco y 'El Hormiguero' ha cerrado el chiringuito por vacaciones.
Pero, al menos de momento, parece estar antes en la playlist de prioridades de la cadena reponer programas de Pablo Motos ya emitidos frente a la idea de adelantar a una hora de inicio decente las galas de 'Mask Singer'.
Con el dineral que les habrá costado traer a personajes de primer nivel como Isabel Presyler, Mar Flores y Esperanza Aguirre y teniendo en cuenta que tan sólo se emite un día a la semana, ¿no sería más sencillo darle al formato el protagonismo que se merece para que brille frente al resto de realities con famosos de la competencia? De verdad que, incluso habiéndonos detenido punto por punto, sigo sin entenderlo.