Albert Álvarez, el que ya podríamos considerar 'Santo Oficial' de 'La Casa Fuerte 2' se ha enfrentado a su pasado, a sus vivencias y a todas aquellas dificultades que le tocó vivir. El ex superviviente cautivó a la audiencia al confesar que, literalmente, en su casa no tenían dinero ni para comer.
El guaperas de Albert se sometió ayer al conocido 'Espejo del alma', una prueba morbosa en la que se escarba sobre los temas más turbios de los convenientes. Allí es donde el deportista hizo algunas declaraciones realmente duras: "Cuando no hay dinero ni para calefacción, lo inviernos son duros, fue difícil".
La familia del joven era tremendamente pobre, y Albert recuerda aquello con profundo dolor: "Hubo unas Navidades que solo teníamos un bocadillo. No teníamos nada y recuerdo la honradez de todos los vecinos, nos daban una bolsa de comida cada día".
Albert tuvo un pasado duro, pero dejó muy claro que había aprendido una lección importante: "La pobreza me sirvió para saber lo que es compartir".