Victoria Beckham

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Para mí sería una declaración por parte de mi hijo/a no del todo agradable, la verdad. No le tengo mucho aprecio a esta chica, sobre todo porque la considero demasiado ambiciosa, materialista, ilusa y con una boca más grande que el buzón de correos de mí pueblo. Así están las cosas entre ella y yo, no es que nos profesemos mucho amor. Pero independientemente de como me caiga, he de reconocer sus méritos, y tengo que decir que no solo tiene un estilo que te caes de espaldas, sino que además tiene los huevos muy buen puestos, en su caso, los ovarios. Parece que cuando le dijimos que cerrara la bocaza esa que tiene y no se metiera con la situación de las mujeres en España, nos hizo caso en eso de que hiciera algo para que la valorásemos por ella misma y no por ser esposa de David Beckham, y chicos, ¡Qué alegría! Al parecer nos ha hecho caso.

Sí, la Posh tiene intención de dedicarse a lo que mejor sabe hacer (lo único diría yo): la moda. Piensa montarse ella solita (bueno, con la ayuda de Simon Fuller, su representante) su propia línea de ropa y una agencia que llevará su nombre y que estará totalmente dirigida por ella:

“Sólo quiero aprender todo lo posible (sobre la moda). Siempre me empujaron a hacer teatro y danza. Me ha costado mucho tiempo averiguar lo que quería hacer.”

Pero sí. Después de estar probándose trapitos, irse de compras todos los días, salir en las portadas de las revistas de moda más prestigiosas y no perderse ni un solo desfile, presentación o pasarela, la Posh ha atado cables y se ha dado cuenta que igual, en el mundo de la moda podría tener posibilidades. Y se ha lanzado a la aventura. Y miedo me da, miedo me da… que no sé porque me huelo que esta acaba de encontrar a la gallina de los huevos de oro y le va a ir mejor que a los panchos cantando rancheras.

Así que si vuestro hija/sobrina/hermana os comenta que quiere ser como la Beckham...igual la niña tiene futuro. Y mucho, todo sea dicho. Igual está destinada a copar los escaparates de las grandes tiendas de ropa. Eso sí, dadle pelas que el camino es arduo, desde luego.