Coge tu sombrero y póntelo, vamos a la playa calienta el sol...
Eso es lo que le debe estar cantando el príncipe Guillermo a su futura esposa Kate Middleton en estos momentos (si consigue hablar con ella entre compra y compra, que lo de esta chica y los grandes almacenes es un no parar).
Precisamente por eso se rumorea ha sabido que el destino de su luna de miel será una playa, porque si ella se ha comprado esta semana entre otras cosas cuatro bikinis... blanco y en botella... ¡o los pone de ropa interior o está hecha una hortera de piscina!
Aunque se ha estado especulando de lo lindo con el viaje de novios, y yo he leído tantos posibles destinos que muy claro reconozco que tampoco lo tengo... Eso sí, lo que parece más fiable, es que por lo visto pasarán la noche de bodas en el palacio de Buckinghan, después se irán un par de días a relajarse al castillo de Balmoral en Escocia y de allí rumbo a Australia, en dónde hay buenas playas, así que lo de los bikinis tendría lógica.
En realidad el príncipe no dispone de mucho tiempo libre así que las vacaciones sólo les van a durar dos semanas... ¡pobres, que vida más dura!... Así que si Kate quiere ponerse morena tendrá que apurar el bronceado con alguna crema potenciadora, porque entre la paradita en Escocia y el viaje de ida y vuelta, que Australia queda lejos... no sé yo si le dará tiempo a estrenar tanto bikini.
Anda que si se deja caer por nuestra costa da morte... ¡no quepo en mí de gozo!
Vía | Europapress, Terra