El 'Megxit' no sólo ha sido un hito histórico por haber supuesto el adelantamiento por la derecha (monárquica) de Harry y Meghan Markle al Rey Juan Carlos en términos de campechanía, ni porque la duquesa de Sussex sea la única persona de la realeza (aunque ya no lo sea) capacitada para interpretarse a sí misma en futuras temporadas de 'The Crown'.
Sino que ha sido un hecho especialmente destacable y de especial interés por la crudeza con la que la actriz y el príncipe han sido tratados por la Casa Real Británica. Y no lo decimos nosotros, sino ellos mismos...
Los duques cuyo título nobiliario comparte nombre con la mayor pesadilla de Kiko Rivera (Sus-ex) han abierto la puerta de su casa de par en par para demostrar lo llanos que son (aunque seguro que las paredes no son de gotelé) en una entrevista para la BBC con la gran Oprah Winfrey, que viene a ser como la Ana Rosa Quintana de EEUU, pero cayendo bien a los espectadores.
"Es contenido explosivo: puro, revelador y enormemente dañino para el Palacio de Buckingham" aventuraba el periodista de la BBC especializado en la monarquía británica, vaya, el Jaime Peñafiel british version con nombre de actor de películas para mayores con pocos diálogos (Johnny Dymond).
La encargada de soltar los grandes titulares ha sido Meghan Markle. La mami de la próxima nieta de Isabel II ha lanzado seis bombas que habrán dejado a su familia política patitiesa, turuleta y más cuajada que sus vigilantes con esos gorros inspirados en Marge Simpson después del tinte. Y todo sin salir en su casa del lugar con nombre de amante del Rey Emérito y Chelo García Cortés (Santa Bárbara).
Tal y como puedes ver en el vídeo, Meghan Markle, muy embarazada, sin parar de tocar su anillo de casada y a punto del desparrame de sus lágrimas reales (que debe llorar agua 'Vichy Catalán' o 'Solán de Cabras', que es de alto standing), no ha dejado títere del clasismo británico sin cabeza. ¡Haz click en esta histórica pieza audiovisual del principio del artículo!
Foto | Gtres