Es la última súplica de Iñaki. Tras un fin de semana de jolgorio en Ginebra junto a los Borbones, sale a la luz una nueva petición del ex duque: quiere seguridad las 24 horas del día. Sí señor, don Urdangarin se ha acostumbrado a estar acompañado por un par de gorilas a diario y ahora no quiere dejarlos en libertad. Necesita sentirse seguro, protegido.
Cuando se hizo público el divorcio, todos pensamos que Iñaki perdería el derecho a escolta. Era lo lógico. Una vez fuera de la familia de Felipe VI, ¿por qué debería mantener la seguridad? Pues, según él, por precaución. Tal y como publica Vanitatis, Iñaki ha pedido mantener a sus hombres hasta que finalice su condena.
El año que viene ya habrá cumplido su pena: cinco años y diez meses de prisión por malversación, prevaricación, fraude a la Administración, dos delitos fiscales y tráfico de influencias en el caso Nóos. Es decir, a Iñaki le quedan unos cuantos meses con escolta.
La que sí ha perdido su derecho a permanecer escoltada a diario es Irene, su hija. Al cumplir 18 años, ya es libre por completo. Ya no hay seguratas que la acompañen al colegio ni a las reuniones con amigas. Y sí, resulta paradójico que la nieta del rey no disfrute este servicio mientras su padre, cuyo vínculo sanguíneo con la monarquía es inexistente, si lo haga.
Fotos: Gtres