Carlos III acaba de empezar en su ansiado trono y ya se está poniendo en contra a la mayor parte de trabajadores de la Casa Real. Más de diez empleados que trabajaban en Clarence House cuando era Príncipe de Gales y vivía allí con su esposa Camila Parker ya han tenido que firmar su finiquito en mitad de todo el revuelo por el funeral de Isabel II.
Así lo han denunciado algunos de ellos al diario 'The Guardian': "Todo el mundo está furioso, incluidos los secretarios privados y el equipo de mandos. Todo el personal había estado trabajando muy duro desde la noche del jueves (cuando murió Isabel II) para encontrarse con esto... La gente está muy alterada", manifestaba muy indignada una de ellas al periódico.
El Rey ha difundido una carta de despido en la que les informa que sus servicios ya no son requeridos y que se les ayudará a buscar nuevos trabajos. Entre ellos, secretarios privados, personal de la oficina financiera, el equipo de comunicación y personal doméstico: "El cambio de papel para nuestros superiores significará también cambios para la residencia", figura como excusa en esta carta que tanta indignación ha generado.
No lleva ni una semana y el nuevo rey se afana en demostrar que tiene unos modales exquisitos. Especialmente cuando firma cosas. pic.twitter.com/VD8nMx8CGI
— Sonia Palomino (@soniapalomino) September 13, 2022
Un nuevo gesto que se suma a los malos modales de Carlos III al pedir al personal que quitara algunos objetos de la mesa en la que tenía que firmar su mandato y con los que se dirigió a ellos al mancharse sus prominentes dedos con una pluma recientemente.
Ahora entiendo este emoji 😬 pic.twitter.com/p4eXbiIYAn
— Tropical Jesus 🌞 (@CarlosSadness) September 11, 2022
"La cartera de trabajo que anteriormente detentaba esta residencia apoyando los intereses personales del príncipes de Gales, anteriores actividades y operaciones domésticas ya no continuará, y la residencia de Clarence House se cerrará. Por tanto, se espera que los puestos basados principalmente en Clarence House (...) ya no se necesiten", ha justificado uno de los asesores del Rey.
Garantizan que ofrecerán desde la Casa Real una indemnización más generosa de la que obliga la ley y que se abrirá "un proceso de consultas" para intentar reubicar a algunos de los empleados despedidos aunque, el asesor del Rey asegura "que algunos despidos son inevitables".