Las memorias de Harry no paran de acumular titulares. Capitulo tras capítulo, el esposo de Meghan Markle sentencia a su familia y recuerda con nostalgia a su madre, Diana de Gales. Basta con leer treinta páginas del libro para darse cuenta de que el muchacho arrastra un trauma desde que Lady Di sufrió el accidente más polémico de la historia, y ahora, sabemos qué hizo para intentar superar aquel episodio.
Entre zasca y zasca, Harry le dedica las palabras más enternecedoras a la mujer que le trajo al mundo. La muerte de Diana de Gales dejó le dejó en shock, e incluso llegó a plantearse que aquello no era más que una estrategia ideada por Diana para librarse al fin de la prensa. No tardó en toparse con la cruda realidad y, para afrontarla, acudió a terapia.
El ahora marido de Meghan no soportaba el hecho de que su madre no estuviera junto él. Todo le recordaba a ella y el escaso tacto de su padre a la hora de explicarle lo sucedido no ayudó a sanar la herida. Una herida que todavía hoy, a pesar de sus esfuerzos, se mantiene abierta.
Durante un tiempo, Harry acudió al psicólogo y fue allí donde vivió lo que jamás habría imaginado. Acudió a la sesión con un bote de perfume que le recordaba a su madre, le quitó el tapón y los recuerdos afloraron: "Al comienzo de la sesión, quité el tapón y esnifé la colonia. Como si fuera LSD",
"He leído que el olfato es nuestro sentido más antiguo. Esto encajaba con lo que estaba experimentando en ese momento. Imágenes que me venían de lo que parecía la parte más primaria de mi cerebro", relata Harry en las páginas de sus memorias. Según Page Six, el perfume evocador que le recordaba a Diana, podría ser First by Van Cleef & Arpels, tal y como publica Informalia.