Mientras el resto de españoles contemplábamos el partidazo de nuestras chicas desde casa y con el aire acondicionado a máxima potencia, Letizia y la pequeña Sofía lo disfrutaban en primera plana, en Sidney. A 20 grados de temperatura y con la emoción a flor de piel, la reina y su retoña han asistido al evento que ya forma parte de la historia: la selección femenina ha ganado la final del Mundial de Australia.
Lo que ha sucedido hoy no será olvidado jamás, y no solo por la importante victoria de nuestra selección. Por primera vez durante su reinado, la reina ha botado. Sí, ha botado como cualquier otro ciudadano. Ha brincado del mismo modo que lo hacemos los mortales cuando nos alegramos por algo. Letizia, emocionada y con una sonrisa de oreja a oreja, se ha dejado llevar por la pasión del momento y ha saltado junto a las campeonas.
¡Al fin! ¡Milagro! De una vez por todas, Leti nos demuestra que no es un robot. Ha dejado atrás las formalidades, el protocolo y esas normas que le grabaron a fuego cuando pisó Zarzuela. Sin pudor alguno, la esposa de Felipe VI ha brincado como jamás lo había hecho mientras las deportistas gritaban: "¡Qué bote la reina!".
Además, tanto ella como Sofía, también emocionada, han abrazado a todas y cada una de las jugadoras. Tal y como publica El Mundo, también se saltaron el mencionado protocolo durante la entrega de medallas. Y sí, lo cierto es que nos encanta ver a madre e hija fluyendo con el ambiente. De nada nos vale observar a una reina encorsetada o a una niña que no se deja llevar por sus emociones. ¡Vivan las chicas de la corona! ¡Y viva nuestra selección femenina!
Fotos: TVE / Gtres