Leonor está en plena recta final. Al igual que el resto de mortales, la princesa deberá superar sus exámenes finales para pasar a segundo de bachillerato. Al parecer, el UWC Atlantic College de Gales no es precisamente un lugar para tocarse la pepitilla por el simple hecho de costar un pastizal. La princesa tendrá que hincar los codos si quiere continuar en el internado, y teniendo en cuenta que está enamorada, está claro que sería aun auténtico drama abandonar el colegio por culpa de las notas.
Lo cierto es que Leonor es lista de narices. Educada desde niña en la formalidad y el estudio diario, no cabe duda. La hija de Doña Letizia cumplirá sus objetivos con éxito. Eso sí, más vale que su enamoramiento no le juegue una mala pasada. Todos sabemos cómo se vive un primer noviazgo, y de estudiar, precisamente, nadie tiene ganas.
Durante este mes, la heredera al trono tendrá que sentarse frente a su escritorio y no levantar el culete hasta saberse la lección. Tal y como publica Lecturas, los exámenes no son pan comido. La muchacha tendrá que demostrar su capacidad de análisis y razonamiento. Aquí no vale lo de aprendérselo todo de memoria. Hay que interiorizar, comprender y saber explicarlo.
El 17 de junio, Leonor tiene previsto su regreso a la capital para pasar el verano junto a su familia. Puede que se venga con el churri, aunque teniendo en cuenta el revuelo que se formó la anterior ocasión, quizás prefiera venirse sola y tirar de 'WhatsApp' para comunicarse con su amiguito especial.