Que don Juan Carlos está deseando regresar a su tierra querida es un hecho, pero mientras Felipín convence a Sánchez de que eso ocurra, el emérito no pierde el tiempo en Abu Dabi. Harto de mirar a las musarañas en su casoplón de lujo, el abuelo de Victoria Federica ha decidido quedar con sus colegas árabes y pegarse una buena juerga.
A sus 85 tacos, Juan Carlos sigue siendo el mismo disfrutón que se encaprichó de Bárbara Rey durante años. Es Borbón y no puede remediarlo. Le gusta el jaleo, la aventura y el lujo, y aunque su salud se ha visto debilitada en los últimos años, saca energía de donde haga falta con tal de divertirse.
Esta sábado, Juan Carlos compartió palco con el emir Tamim bin Hamad Al Thani durante una carrera de Fórmula 1 celebrara en Riad, Arabia Saudí. Muhammad bin Salman Al-Saud, Príncipe Heredero de Arabia e íntimo del emérito, también estuvo allí disfrutando de la jornada.
Juan Carlos junto a sus amigos catarís - Instagram
La pregunta es, ¿dónde estaba Froilán? ¿Porqué no acudió junto a su abuelo a semejante planazo? Tal y como publica Informalia, el retoño de doña Elena no fue bien recibido por su abuelo en Abu Dabi. El emérito "está intentando recuperar su imagen y no quiere que ahora se vuelva a ver dañada por culpa de sus nietos", publicaba La Razón.
De este modo, queda claro que el viaje de Froilán se trataba de una visita. Puede que la Infanta pidiese a su padre que adoptase al niño, pero el emérito no tiene la cadera pa' tonterías. Prefiere la soledad y las juergas puntuales con sus amigos catarís.