Este miércoles de revistas se ha despertado con unas cuantas familias desestructuradas presidiendo los quioscos de cabecera de nuestros barrios. Entre las principales cabeceras ha llamado la atención la mirada perdida con melena al viento de la infanta Cristina, que parece estar girándose tras cruzarse por el paseo marítimo con su marido Iñaki Urdangarín cogido de la mano de una misteriosa mujer. ¿Quién es la rubia que se esconde bajo ese anorak beige y mangas negras? ¡Cómo nos gusta jugar a 'Mask Tinder'!
Según ha publicado la revista 'Lecturas', el jugador de balonmano con la mano más grande de España ahora la emplea en hacer manitas con una señora a espaldas de Cristina, que sigue haciendo su vida de infanta de limón en Suiza. ¡Urdangarín, que te han pillado con el carrito del ilusionado!
Iñaki ha sido cazado por los paparazzis en la localidad francesa de Bidart, pero no parece haberle importado mucho ya que paseaba tan tranquilo a cara descubierta (sin la mascarilla ni siquiera por debajo de la nariz), sonriente, como si eso de estar casado y pertenecer a la familia Real española fuera un detalle ínfimo opcional que tampoco es necesario tener en cuenta.
Estas pruebas hacen más que evidente que, aunque no haya papeles (al menos públicos) que lo acrediten, el matrimonio de la infanta e Iñaki está como el pantalón de cualquier cani medio: más roto imposible. Una situación de la que parecen ser completamente conocedores sus hijos Pablo Nicolás, Juan Valentín, María y Miguel (se ve que a los padres se le agotaron los segundos nombres para los dos últimos).
Pablo, el Tiktoker de Palacio (que es un poco lacio), siempre ha mostrado gran complicidad con su padre. De hecho, el joven Borbón de 21 años siempre ha seguido sus pasos en el mundo del balonmano. El deportista juega en el mismo equipo en el que triunfó su papaíto (el Barcelona) y en la misma liga en cuanto a ligoteo, ya que hace poco se le relacionó con una chica de su clase.
Pablo Urdangarín da la cara tras la pillada a su padre Iñaki paseando con otra - Europa Press
No descartemos que haya sido Pablo quien le haya dado unas clases de seducción millennial a Iñaki o, incluso, quien le haya abierto un perfil en una red social de ligoteo para maduritos exigentes para que su padre se desquite un poco tras tanto encierro.
El hijo guaperas de la infanta ha dado la cara tras salir de la peluquería (algo digno de poner en valor, que uno nunca sale contento de esos sitios donde nunca te hacen caso con las indicaciones que das) sobre la situación familiar en la que se ha visto envuelto. "Es un tema familiar, son cosas que pasan y lo hablaremos entre nosotros", ha señalado muy generoso con los compañeros de 'Europa Press' y sin querer tomar partido ni por su madre ni por su padre.