El pasado fin de semana, la Infanta Cristina visitaba Barcelona con un claro objetivo: demostrarle a su retoño, Pablo el guaperas, que está volcada en su carrera deportiva. Aunque siempre fue Urdangarin quien inspiró al muchacho en el deporte, la hija del emérito siempre ha estado ahí, financiando cada decisión de su hijo sin rechistar.
El dinero nunca fue un problema para los Urdangarines. La Infanta tenía (y tiene) pasta para aburrir, y el que fuera su marido, amante incondicional del gasto incontrolado, se aprovechó de ella hasta que el mecanismo que parecía perfecto estalló. Aquel chollo que se había montado se fue al traste, y el duque empalmado terminó entre rejas.
Entonces comenzó el infierno de Urdangarin. Noches de soledad, llanto y angustia. Desde Zarzuela podían escuchar los sollozos del marido de la Infanta, pero todos estuvieron de acuerdo en lo mismo: Iñaki debía apartarse de la monarquía. O mejor dicho, la monarquía debía apartarse de Iñaki.
Una decisión que Cristina no compartía, y pagó las consecuencias. Felipe rompió toda relación y ella se quedó sin merendolas en palacio. Fue duro asumir semejante rechazo por parte de un hermano, pero tenía lógica. La Corona no podía mancharse más de lo que ya estaba, y cualquier paso en falso sería demoledor.
Años más tarde, con las aguas ya calmadas y Urdangarin en libertad, comenzó el verdadero infierno para doña Cristina. Su marido estaba ausente y la pasión había desaparecido. El matrimonio no pasaba por su mejor momento, pero la Infanta prefirió ponerse la venda y negar la realidad. Una realidad con la que se topó meses después a golpe de portada: Iñaki paseando por la playa junto a otra rubia.
A día de hoy, Urdangarin y Ainhoa Armentia viven su historia de amor como dos adolescentes. Están enamorados, viven prácticamente juntos e incluso podrían estar planeando casarse. Cristina, sin embargo, no parece tener pareja formal. Puede que se cite con algún amigo especial, pero no existen pruebas de que su corazón este de nuevo ocupado.
La noche de placer de la Infanta Cristina
En su última visita a Barcelona, la Infanta se alojó en un hotelazo de lujo donde tiene un apartamento siempre a su disposición. Es el AC Marriot Suites Victoria, situado a escasos metros de las oficinas de Caixa Bank en Diagonal, donde ella trabajaba, tal y como asegura ElNacional.Cat.
Allí durmió, lo que no sabemos es si lo hizo sola o en compañía. En cualquier caso, está claro que fue una noche de placer para la Infanta en semejante hotelazo.
Fotos: Gtres