Los motivos por los que el novio madurito de Tana Rivera no convence a sus padres, Eugenia Martínez de Irujo y Fran Rivera

Eugenia Martinez De Irujo Fran Rivera
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La familia Rivera Martínez de Irujo ha sumado un nuevo miembro a su cartel de galantería, elegancia y ducados (que no la marca de tabaco, sino el título que dejó la gran duquesa de Alba asociado a su familia). La ya no tan pequeña Tana, hija de Fran Rivera y Eugenia Martínez de Irujo, se ha echado un churri algo mayor que ella. Su nombre es Manuel Vega y le saca unos diez años a la hija de papá y mamá, algo que no parece gustar del todo a la family.

Cayetana Rivera y Manuel Vega durante el SIMOF de Sevilla - GTRES Cayetana Rivera y Manuel Vega durante el SIMOF de Sevilla - GTRES

Según ha publicado la revista '¡Hola!', la joven de 23 años lleva unos meses conociendo a este madurito sevillano de 33 años. El emprendedor y empresario parece no haber causado furor entre sus suegros, ya que consideran que está "muy vivido ya". Una mentalidad moderna a la altura de su dinastía familiar, basada en la tauromaquia y los títulos nobiliarios como cimientos.

¡Ay, si la abuela Cayetana de Alba levantara cabeza! Lo primero que haría sería ponerse a taconear y bailar por bulerías como hizo en su boda, eso por supuesto. Ya, lo segundo, sería poner un poco de orden en la familia y quitarles la tontería del argumento de la diferencia de edad como bien demostró ella echándose al yogurín (relativo) de Alfonso Díez como novio. Y es que, por si fuera poca catetada este argumento, a la familia no le gusta que Manuel sea el cabecilla de una de las discotecas más exclusivas de Sevilla.

Duquesa Cayetana Eugenia Z Tana Rivera con su abuela, la duquesa de Alba - GTRES

"El novio Tana es un hombre de la noche, un empresario de éxito acostumbrado a tratar con modelos y mujeres de mundo, capaces de seducir a un hombre con dinero y atractivo, con un físico que recuerda al de un jeque árabe que todo lo puede comprar", defienden desde la aburrida y arcaica aristocracia a la que Tana tiene que enfrentarse a diario.

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