La gran rajada de Meghan y Harry es la comidilla de todo el planeta. De golpe y porrazo, Netflix sacaba a la luz la que ya se ha convertido en la docuserie más polémica de todos los tiempos. La corona británica jamás pudo tambalearse de tal manera, y no son pocos los que acusan a la pareja de victimismo.
Desde el sofá de su casa, Harry y su esposa relatan con detalle cómo se conocieron, cuándo se hizo público su noviazgo y el tremendo acoso mediático que sufrieron. Además, explican por qué decidieron abandonar la institución e incluso acusan a la monarquía de "racismo inconsciente".
Como era de esperar, en Buckingham molestaron mucho las declaraciones de los tortolitos. Pero no son lo únicos. Los defensores acérrimos de la corona no entienden, entre otras cosas, que Meghan y Harry muestren fotografías en de su hijo en Netflix mientras denuncian la invasión de su privacidad por los paparazzi.
Tal y como publica Informalia, los duques de Sussex han dado su versión a través de su secretaria de prensa, Ashley Hansen, en un comunicado que difunde The New York Times: "Los duques nunca mencionaron su privacidad como la razón por la que renunciaron (a formar parte de la Corona). De hecho, el comunicado en que anunciaron su renuncia no mencionaba nada sobre privacidad y reiteraba su deseo de continuar sus compromisos públicos".
"Ellos han elegido compartir su historia, según sus propios términos, y sin embargo los medios de comunicación sensacionalistas han creado una narrativa completamente falsa que impregna la cobertura de prensa y la opinión pública. Los hechos están ahí, delante de sus narices", concluye la portavoz.