Abróchense los cinturones porque les traemos un royal's salseo que va a hacer que su párpado derecho tiemble al ritmo de la samba. La semana pasada, nuestra queen Letizia Ortiz mandó a paseo a sus outfits ñoños de Felipe Varela para embutirse en unos jeans más rotos que el corazón de Shakira tras su ruptura con Piqué. ¿El motivo? acompañó a sus retoñas en el concierto de Harry Styles en Madrid.
Sí, a nosotros también se nos ha hecho bola imaginarnos a Doña Leti, birra en mano y dando saltitos con el público teenager que adora al artista, pero ella por sus hijas, MA-TA. Y es que Leonor es una fiel seguidora del ex integrante de la banda 'One Direction' y partiría cabezas (o las guillotinaría, que suena más a reina) solo por inhalar el sudor que este transpira en sus actuaciones.
Según han cotilleado algunos medios como 'El Nacional', la familiar real acudió al 'Wizink Center', estadio donde tuvo lugar el sarao, del modo más discreto posible y en compañía de la panda de coleguis de la princesa y de la infanta. Además, estuvieron protegidas por un equipo de seguridad que llegó al evento horas antes de que comenzara.
La mami y sus chiquillas gozaron de los hits del cantante desde un reservado VIP ubicado en las gradas del recinto. De hecho, según ha desvelado 'Semana', las sisters alcanzaron su sueño minutos antes de la actuación cuando el guapérrimo intérprete fue a saludarlas y les plató dos besazos que no olvidarán en su vida.