En la tarde de ayer jueves 8 de septiembre, os desvelamos una noticia que paralizó el mundo por completo. La reina Isabel II fallecía a los 96 años tras más de siete décadas deslomándose por la corona británica, en su segunda residencia en Escocia y rodeada en todo momento por su familia:
"La Reina ha muerto en paz en Balmoral esta tarde. El Rey (Carlos de Inglaterra) y la Reina Consorte (Camilla Parker-Bowles) permanecerán en Balmoral esta tarde y regresarán mañana a Londres", anunciaron mediante un comunicado oficial desde Buckingham.
Fue hace escasas semanas cuando la madre de Carlos de Inglaterra hizo algún que otro retoque en su testamento, eliminando a varios de sus allegados mientras que a otros, los brindaba con una mayor parte de sus pertenencias, sobre todo de su carísimo joyero.
Según han destapado algunos medios como 'Publimetro', la queen tenía en su poder una variedad de joyas valorada en la friolera de 130 millones de dólares. Dicha cifra no se sabe con certeza ya que otras publicaciones han asegurado que la misma asciende a los 400 millones.
La reina Isabel II, enjoyada - Gtres
En todo caso, tras el fallecimiento de Isabel II, este joyero quedaría en manos de Kate Middleton, esposa del príncipe Guillermo, quien se convertiría en monarca en el caso de que su maridín ascendiera al trono. Además, tal y como ha expuesto el medio citado anteriormente, Charlotte (retoña de la duquesa de Cambridge) también recibiría una parte de los abalorios deluxe.
De las piezas cargaditas de brilli-brilli, que ascenderían a unas 300 en total, ni Meghan Markle ni su hija Lilibeth Diana, bautizada así en honor a su dos bisabuelas, recibirán nada según la última voluntad de la reina.
Kate Middleton y Meghan Markle - Gtres