Juan Carlos I aparte de ser ese abuelo que, en vez de darle dos euros a los nietos para que se compraran un Kinder Joy, les daba una tarjeta opaca para el Black Friday, es un hombre que se deja querer. Y es que este señor es tan campechano que no puede decir no cuando un presidente centroasiático se empeña en hacerle una bestialidad de regalo, aunque sea un abrigo de piel... ¡A él todo le viene bien!
Cada día estoy más seguro del parentesco entre Cruella de Vil y el rey Juan Carlos, lo único que decidieron (como buenos hermanos) repartirse el negocio: ella se dedicaría en exclusiva a los animales domésticos y Juan Fuckarlos a los de caza.
El Rey Juan Carlos I junto al presidente de Kazajistán, su pana, su bro, su colegón.
Tal y como ha contado ElDiario.es el presidente kazajo, Nursultán Nazarbáyev, que tiene nombre de respuesta imposible de una de las preguntas del rosco de 'Pasapalabra' diseñado para que sea imposible llevarse el bote, regaló este abrigo a nuestro monarca en 1998. Un obsequio más que envenenado.
El material con el que se confeccionó este abrigo de guardián del muro, a lo Jon Nieve, es pelo de leopardo de las nieves cuyo comercio se prohibió en 1975 por estar en peligro de extinción. Vaya, que llevarlo es igual de ilegal que ahora tirar la basura a las 22.30h de la noche o llevar la nariz por encima de la mascarilla.
Pero dicho regalo no se produjo en una visita oficial, sino en una particular como colegones que eran Nazarbáyev y Juanqui. Vaya, un regalito de Reyes (nada Magos pero muy majos) que ha traído bastante cola. Sin embargo, según el periódico no es el único chanchullillo que se trajeron entre manos estos dos gamberros cachimberos de barrio pijo, ya que en uno de esos viajes, organizado para abatir cabras salvajes en 2002 (un gran motivo para estar 13 horas en un avión), un testigo avistó algo extraño.
Según el alcalde de Almaty, Victor Khrapunov (al que Juan Carlos ahora llamará Victor 'Khapullov'), el amigo asiático de nuestro monarca le entregó una serie de maletines con dinero para Dios sabe qué. ¿Quizás para que el español le comprara jamón o aceite de oliva sin tener que pagar los gastos de envío? No se sabe. Lo que sí se sabe es que el Rey volvió de Kazajistán calentito (por el abrigo) y con los bolsillos llenos.
Juan Carlos y su brother de nuevo, el Naza
¿Se fijó Corinna en el Emérito por su glamour a la hora de llevar pieles? ¿Compartiría Juan Carlos sus trapitos con la reina Sofía? Madre mía, cuántas dudas y qué pocas respuestas para este capítulo del regalito que nuestro monarca recibió de su pana, su bro, su colega, su hermano real hasta la muerte: el Naza (Nursultán Nazarbáyev).