Juan Carlos I y su esposa doña Sofía mantienen ahora su relación más sana. Por increíble que parezca, los padres de Felipín hacen planes juntos. No lo hicieron durante años, pero ahora, con el emérito exiliado y su mujer instalada en Zarzuela, todo parece fluir a las mil maravillas. Quién sabe, lo mismo han recuperado la chispa de aquel amor que Juan Carlos se cargó a base de infidelidades.
El yayo Juan Carlos fue un truhán, un vividor. Engañó a su esposa con cientos de amantes y jamás tuvo remordimientos. Es más, sus amigos, esos con los que cazaba o se ponía tinto a vino, eran conocedores de sus aventuras. No lo ocultaba. Incluso se enorgullecía y el resto le reían las gracias.
Tenía poder y todos lo adulaban. Nadie era capaz de levantarle la voz, ni siquiera su mujer. Doña Sofía optó por mantenerse siempre al margen y cumplir con su papel de reina consorte. Posaba junto a su marido cuando era necesario, sonreía ante las cámaras y después hacía una vida en solitario. Su corazón alberga un enorme dolor, pero jamás lo ha verbalizado.
La relación de Juan Carlos y Sofía era puro escaparate. No había amor ni respeto. Hablaban lo justo y necesario, y si podían evitarse, mejor. Todo era fachada, pero algo parece haber cambiado. Últimamente se han visto más que nunca. Lo hicieron en el funeral de Constantino de Grecia, en la boda del hijo de Abdalá y Rania de Jordania, y lo harán de nuevo en pocos días.
Juan Carlos y doña Sofía - Gtres
Tal y como publica Informalia, el matrimonio volverá a encontrarse en la fiesta de Irene Urdangarín, que tendrá lugar el 16 de junio en Ginebra. La familia se reunirá para celebrar el 18 cumpleaños de la Urdangarina, y allí estarán ellos, Juan Carlos y doña Sofía. Como era de esperar, Felipe Letizia y sus hijas no acudirán a la cita.
Fotos: Casa Real / Gtres