La relación entre Felipe VI y el don Juan Carlos vuelve a tambalearse. Desde que este abandonase España para cobijarse bajo las túnicas de sus amigos emiratíes, el mal rollete es más que evidente entre padre e hijo. El supuesto amante de Corinna Larsen desea con todas sus fuerzas regresar a su tierra, pero su hijo, consciente de la frágil situación de vive la Corona, se niega en rotundo.
Juan Carlos lo tiene claro: quiere volver a casa y estar junto a su familia. Lleva meses soñando con ese instante, pero nunca llega. En este momento, el tribunal de Londres tiene cogido al ex monarca por los cataplines, y Felipe, temeroso de que su padre pueda ser condenado por su actitud con Corinna, prefiere ser cauto.
Se desconoce si Juan Carlos volverá a casa por Navidad, pero todo apunta a que tendrá que comer hummus en Nochebuena. Es decir, se quedará en Abu Dabi. El miércoles, Felipe visitará Qatar con motivo del mundial España-Costa Rica, y su padre, que pretendía sentarse en la grada a disfrutar del partido, es posible que no lo haga.
Tal y como publica Informalia, el marido de doña Letizia le habría aconsejado a su padre no moverse de Abu Dabi. Quiere evitar una foto juntos y cualquier tipo de polémica. Sabe que la presencia del emérito en el partido sería la comidilla de la prensa durante semanas, y no cree que eso sea beneficioso en ningún sentido.
Al parecer, estas palabras de Felipín no habrían sido bien recibidas por su padre, que lleva un disgusto de tres pares de narices por no poder asistir al partido. Tendrá que quedarse en el sofá de su pisazo, mirando al mar y pensando: "Este hijo mío, qué canelo es..."