Charlène de Mónaco podría estar intentando hacer méritos para convertirse en colaboradora de 'Sálvame' ya que, al más puro estilo Matamoros (o recientemente, Rafa Mora), se ha hecho un collage con sus partes de su cara a través de la cirugía como de la señora Patata de 'Toy Story' se tratara. Según Pilar Eyre, ni problemas psicológicos ni enfermedades graves ni un ansia loca por verse de nuevo todas las temporadas de 'La casa de papel' son los motivos que retienen a la princesa alejada de la vida pública. La razón última de su encierro no es otra que su descontento con los últimos retoquitos estéticos a los que se ha sometido.
Lady Charlène está más desaparecida que los concursantes del tercer 'Operación Triunfo' de la última hornada de TVE. Hace unas semanas publicábamos la preocupación máxima que había por el "missing" de la esposa de Alberto II ya que algunos miembros de su entorno más cercano declararon en 'Page Six' que la de Mónaco estuvo "a punto de morir en Sudáfrica". Una información que, según ha publicado la revista 'Lecturas', es tan verdadera como los bolsos Louis-Rollán Vuitton que vende Raquel Bollo en su tienda de Sevilla.
Eyre no sólo ha descrito en su columna semanal que “la supuesta enfermedad de Charlene de Mónaco no es tal” sino que ha llegado a dejar caer que la princesa consorte ha perdido la salud por la cirugía en su afán por convertirse en la influencer de Palacio: "Labios gruesos, pieles sin manchas ni arrugas, pechos turgentes, pelo abundante, dentadura blanca, tipín... Las ‘influencers’ tratan de imponernos sus sofisticados consejos de belleza, en general patrocinados por alguna marca, pero no representan una novedad para las periodistas que hemos tratado con famosos", ha reflexionado Pilar cual pensadora del siglo XXI en las páginas de la revista para la que escribe.
Ha sido la propia periodista con la cadencia vocal de Oriana Marzoli quien ha lanzado que la cara de Charlène está "completamente desfigurada", como si del Ecce Homo de Borja se tratara siendo este el único motivo por el que la mujer de Alberto de Mónaco está guardando un confinamiento voluntario en su hogar: “No padece ninguna enfermedad grave o incurable. Tampoco se trata de un problema de pareja. Nuestra relación no está en peligro en absoluto, quiero dejar esto claro”, sentenciaba el soberano en 'Paris Match' corroborando la información de Pilar Eyre.
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