Un año después de oficializarse la separación, Urdangarin ha perdido el privilegio más comentado de los últimos meses. Muchos no entendían por qué Iñaki mantenía a su lado a dos gorilas cuando su relación con doña Cristian ya había terminado. A partir de ahora, esa duda no volverá a surgir. El ex duque ya no tiene seguridad, salvo en contadas ocasiones.
Cuando salieron a la luz las famosas fotos de Iñaki paseando por la playa con Ainhoa Armentia, todo el país puso el grito en el cielo. En Zarzuela se echaron las manos a la cabeza, Felipe y Letizia supieron que se avecinaba una tormenta mediática de magnitud incalculable y la pobre Cristina, traicionada por el marido al que siempre respetó, no tardó el pedir consejo a su padre.
Tras varios días de intensa polémica, se hizo oficial el divorcio. El matrimonio estaba roto y la Infanta, a regañadientes, asumió que su esposo estaba liado con otra mujer. Aquello parecía un simple 'affair' por parte de Iñaki, pero no fue así. Urdangarin y Armentia están enamorados, viven juntos y, a partir de ahora, tendrán más intimidad que nunca.
Durante toda su relación, Iñaki estuvo acompañado por sus escoltas en todo momento. Le seguían hasta el trabajo, en el supermercado, en las cenas con amigos y también durante sus citas con Armentia. La obligación de los seguratas era proteger a Urdangarin en todo momento, pero tal y como publica Semana, su misión junto a él ha terminado.
Iñaki Urdangarin y la Infanta Cristina - Gtres
No sabemos si Iñaki está contento o echará de menos a sus inseparables. Lo que está claro es que su vida cambiará por completo. Ya no tendrá a nadie a su lado que evite a los paparazzis hacer su trabajo, y su vida íntima con Armentia podría verse afectada. A partir de ahora, los escoltas solo acompañaran a Iñaki cuando este visite a su hija Irene, todavía menor de edad.