La relación de Iñaki Urdangarin y Ainhoa Armentia empieza a levantar sospechas. Lo que parecía un simple 'affair' entre compañeros de trabajo, ha terminado siendo un idilio que se alarga en el tiempo. Ya ha pasado más de un año desde que salieran a la luz las famosas fotos del ex duque paseando por la playa con su nueva chorba, y aunque el noviazgo sigue su curso, hay algo extraño en esta historia.
Iñaki y Ainhoa están juntos, comparten sus confidencias y suelen pasear por los alrededores de Vitoria durante horas. Ambos son aficionados al deporte y les encanta perderse por caminos kilométricos de tierra. Es su forma de vida, su afición más preciada. Además, han compartido comidas o reuniones con amigos comunes, especialmente en la época en la que compartían oficina.
A simple vista todo parece normal entre los tortolitos, pero nadie entiende por qué los hijos de doña Cristina todavía no conocen a la nueva compañera de su padre. Tras más de un año de noviazgo, no es lógico que los hermanos Urdangarín todavía no hayan compartido una comida, al menos, con Armentia.
Además, tal y como publica ElNacional.cat, Iñaki sigue viviendo con su madre, a la que ayuda a diario en las labores del hogar. Y ojo, porque ella tampoco conoce a la novieta de su retoño. Puede parecer extraño, pero es real. La mujer que trajo al mundo a Iñaki no ha cruzado ni una palabra con Armentia, o al menos así lo asegura el citado medio.
La pregunta es, ¿a qué leches espera Urdangarin para dar el paso? ¿Por qué no se atreve a confirmar que una nueva mujer ha conquistado su corazón? Y lo más importante, ¿cómo aguanta Ainhoa semejante actitud?