La relación de Iñaki Urdangarín y Ainhoa Armentia va viento en popa. Lo que en un principio parecía un mero desliz por parte de ambos, ha resultado ser una historia de amor verdadero con mucho futuro. El ex duque de Palma y su nueva churri ya han decidido dar el paso definitivo: comprarán un piso, montarán su propia empresa y pasearán su amor por las calles de Vitoria sin ningún complejo.
Ella está oficialmente divorciada, y él está a puntito de estarlo. Tal y como publica Jaleos, Iñaki y Ainoa ya son una pareja en todos los sentidos. Aunque no viven juntos, se ven a diario, pernoctan en la misma vivienda y hacen planes romanticones como buenos enamorados. El revuelo mediático que se formó alrededor de la pareja pudo haberdestruido su pasión, pero lejos de hacerlo, parecen estar mejor que nunca.
Ainoha e Iñaki todavía no comparten domicilio, pero ya le han echado el ojo a un pisito situado en una buena zona de Vitoria. Se trata de una zona selecta y tranquila, alejada del centro y con un vecindario discreto. Allí es donde los tortolitos pretenden comprar su propio nidito de amor y comenzar una nueva etapa.
Iñaki ha dejado el curro en el bufete de abogados para el que trabajaba, y ella, aunque todavía sigue allí, pretende hacer lo mismo. Al parecer, la parejita está pensando en montar su propia empresa relacionada con el coaching deportivo, un campo en el que Urdangarin se siente cómodo.
Por el momento, parece que los hijos de Urdangarin no han coincidido con su "madrastra", pero podrían no tardar demasiado en hacerlo. A juzgar por los pasos que están dando Iñaki y Ainhoa, lo mismo se nos casan en un par de años. ¡Qué viva el amor, leñe!