Especial fotos de anuario: Kate Middleton

Ya que estamos a pocos días del gran bodorrio del año y de la década, qué menos que ir abriendo boca echando un vistazo al pasado de la novia, Kate Middleton. Al novio como le hemos visto crecer como que no hay mucha novedad, pero de ella merece la pena ver alguna que otra fotito de sus años de infancia, colegio, instituto...

Por ello os propongo un especial de fotos la niñez de Kate Middleton, la que algún día será reina de Inglaterra, ni más ni menos (si la cosa acaba bien, claro).

Kate Middleton nace en Reading, Berkshire, allá por nuestro año del Naranjito, 1982 y ahí la tenemos bien rolliza posando en brazos de la abuela bien orgullosa, junto la modesta casa semiadosada de ladrillo rojo donde creció.

En el lugar donde nació es donde pasó toda su infancia y fue al colegio, primero en St. Andrew's School y luego Marlborough College donde sus notas fueron realmente buenas, la chica es un hacha, está claro o sino aquí tenéis la prueba: tres niveles A (máxima puntuación), dos grados A en las matemáticas y el arte, y una B en Inglés. Nada mal, al menos igual sabe hacer la o con un canuto a diferencia de otros especímenes de la casa real...

Vamos, que a ver quién era el guapo que le iba a decir a esta niña de cejas despeinadas que algún día tendría una boda de cuento de hadas, sería princesa, y más tarde (con toda seguridad salvo que la cosa se nos tuerza mucho, muchísimo) sea reina de Inglaterra. Toma castaña, sus compañeros de clase tienen que estar flipando en colores.

Ay qué ver cómo cambiamos, poproseros, con lo divina de la muerte que es ella ahora, con su melena siempre perfecta (ahora porque ya veréis qué pelos tenía antes...), esa sonrisa, ese maquillaje natural con marca de la casa que ya conocemos, sus modelitos discretos a la par que modernos, desde luego de eso en el colegio poquito, con ese uniforme tan poco favorecedor.

Claro que si todo eso no fuera suficiente, Kate es una gran deportista desde bien pequeña. Ahora es de las que se mueren por una raqueta de tenis, aunque en el esquí debe ser una máquina. Eso sí, en su infancia ahí la tenéis jugando al hockey hierba. Vamos, que a esta chica no le falta de nada.

Claro que no fue hasta que no llegó a la Universidad de Historia del Arte cuando conoció a su prínicipe azul, y nunca mejor dicho. Y es que fue, precisamente allí donde Guillermo y Kate se conocieron, se enamoraron y decidieron pasar el resto de su vida juntos haciendo una pareja tan monísima con la que a todos se nos saltan los empastes. Ojalá todo les vaya perfecto, porque lo merecen.

No os perdáis más fotitos porque no tienen desperdicio alguno...