Pongámonos en situación: la princesa Cherlène de Mónaco viajó el pasado mes de mayo a su país natal, Sudáfrica, en una misión para luchar contra la caza de rinocerontes. Pero lo que no sabía es que aquel viaje acabaría convirtiéndose en una pesadilla...
Ayer jueves, desde su Fundación, se envió un comunicado de prensa advirtiendo sobre el estado actual de Charlène: "Su Alteza la Princesa Charlène de Mónaco está siendo sometida a múltiples y complicados procedimientos tras contraer una infección severa en oídos, nariz y garganta en mayo. La operación más reciente fue realizada ayer".
Charléne y Alberto en enero de este año, su última aparición oficial.
El equipo médico le ha recomendado a la princesa que no viaje por el momento y permanezca en Sudáfrica, donde recibirá "más tratamientos para recuperarse".
Pero la cosa se complica aún más, porque a veces el universo parece conspirar en nuestra contra. Y es que el próximo jueves 1 de julio es el décimo aniversario de boda de Charlène y el príncipe Alberto II. "Este año será el primero que no estaré con mi marido en nuestro aniversario en julio, lo que es difícil y me entristece", ha lamentado la princesa, que fue vista por última vez en un acto oficial en Mónaco el pasado mes de enero.
A pesar de la distancia y del mal trago por el que está pasando, explica que "mis conversaciones diarias con Alberto y con los niños me ayudan inmensamente a mantener el ánimo, pero echo de menos estar con ellos".
Eso sí, a principios de este mes recibió una visita que seguro que le subió un poquito la serotonina: "Fue especial que mi familia me visitara en Sudáfrica y fue realmente maravilloso verles. No puedo esperar a reencontrarme con ellos", añade, haciendo referencia a su marido y sus dos hijos mellizos, Gabriela y Jaime, de 6 años.
Menudo añito para Charlène. El 2021, que venía con buena pinta, que olía a que la cosa iba a ir sobre ruedas... Pues ale, hostión del destino. Si es que quien esté manejando los hilos del universo se lo tiene que estar pasando teta...
Fotos | GTRES