Hay que ver que todos los años esperamos como agua de mayo marzo el Baile de la Rosa en Mónaco, que es como los Oscars de por allí de glamour y todo eso y últimamente está de un soso que no pueden más. Es que de hecho la única ilusión es ver a Carlota y este año fue algo viejuna. Menos mal que el disfraz de florero de Lily Allen lo arregló.
Que yo ya sé que Karl Lagerfeld es Chanel y Chanel es glamour a lo grande, pero cada día veo más rancioso a este señor, ahí, con sus guantes de cuero y su pelo de esparto. Todo tenía un aire años veinte y cierto es que Carolina estaba ideal con su peinado de ondas y su chal con flecos. Pero es que Carlota y su vestido ni chicha ni limoná de largo, flojo porque ahí esconde algo fijo y su moño abuelil pues como que no. Chica, que tú sabes ir más mona.
Menos mal que nos quedan siempre Pierre (que cada día se parece más a su padre) y Beatrice Borromeo, los futuros esposos que van siempre monísimos e ideales y son un poco de sangre fresca a todo esto. Por cierto que Alberto fue sin su Charlene y la excusa fue que la niña tenía fiebre, así que suponemos que se quedó a darle el Dalsy.
Y una de las actuaciones musicales corrió a cargo de Lily Allen que ella en su casa pensó que era una buenísima idea hacerse un vestido con el que parecía uno de los floreros llenos de rosas que había de decoración. Es que esta chica cuando quiere ponerse excesiva se pone, no hay medias tintas. Por lo menos al salir a fumar estaba abrigadita, eso sí.
Fotos | GTres e Instagram Lily Allen
En Poprosa | El Baile de la Rosa: Carlota ideal de la muerte y su madre en zapatillas
En Poprosa | Mira cómo presume Carlota Casiraghi de novio
Ver 3 comentarios