Las páginas de 'Lecturas' escritas por la periodista Pilar Eyre tienen el mismo efecto en la Casa Real que una novela erótica en un convento de clausura: una bomba nuclear compuesta por sujetos, verbos y predicados (con muchos complementos muy directos, todo sea dicho). Y es que la escritora extraoficial de la realeza ha destapado un gran secreto: el intento del Rey Emérito por rehacer su vida con Corinna Larsen en el Reino de 'Muy Muy Lejano' (el de 'Shrek').
Tal y como relata la periodista en su espacio semanal 'No es por maldad' de dicha revista, el Rey Juan Carlos I (la cara de la moneda de euro) estaba harto de Sofía (su cruz), de hecho, su relación con la madre de las infantas y Felipe "llegó a ser tan mala que le pidió al ministro de Exteriores que no le programara viajes ni actividades con ella". Es más, a lo que dice Eyre yo añado sin miedo a equivocarme que el Emérito pidió al servicio de habitaciones de Palacio (el Room Palace Service) que eliminaran todos los yogures griegos de su dieta. ¡Mucho más sana la gelatina de limón!
Juan Carlos I quedó prendado de Corinna Larsen en 2004, cuando coincidió con ella en la finca de La Garganta por sus encantos físicos, porque esa mujer no anda, levita, "se desliza", dice la periodista Ana Romero. El Emérito, que está donde está por sus propios méritos (en Abu Dabi, me refiero), llegó a enamorarse tanto de la alemana-danesa-inglesa, con más nacionalidades que un anuncio de Benetton, que quiso romper con todo para irse con ella. ¿Pero qué paso? Pues lo que le ocurre siempre cada vez que quiere dar un paso al frente: se cayó.
Sí, sí, como os lo cuento. Según Eyre, el Rey Juan FucKarlos quiso romper con la reina para irse con la querida para ser un 'living la vida loca' sin más preocupaciones que la de satisfacer a su amada: "Juan Carlos intentó separarse de la Reina para contraer una especie de matrimonio morganático con Corinna, pero cuando se lo propuso a Rajoy, este lo disuadió. Incluso se lo llegó a plantear a sus hijos, quienes se indignaron", ha relatado explicando el porqué Sofía llama a la amante de su marido 'la Corinnavirus': porque quería garantizar una distancia mínima de seguridad entre su marido y ella.
Ante esta marginación absoluta (como la define la periodista) al Rey Emérito, este se hizo amigo íntimo de los ex de Corinna, Philip Adkins y Casimir zu Sayn-Wittgenstein (escribieron su nombre en un teclado con los ojos cerrados) con los que, junto a su amada Corinna y sus respectivos hijos, formó una familia extraña y tabú entre la prensa de la época, "muy ocupada de señalar la delgadez de Letizia o los modelitos que lucía".
Fotos | GTres